“No hay prueba científica de que los 43 estudiantes mexicanos hayan sido calcinados”
“No hay evidencia científica” de que los 43 estudiantes de Ayotzinapa hayan sido calcinados en el basurero de Cocula y arrojadas sus cenizas al río San Juan”, afirmó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), grupo que además enumeró “irregularidades y errores” cometidos en la investigación oficial que realizan las autoridades mexicanas.
El EAAF, considerado máxima autoridad mundial en la materia y además peritaje independiente en el caso, a pedido de familiares de los normalistas, difundió el sábado un extenso documento en el cual contradice prácticamente todo lo dicho por el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam.
“Esta es la verdad histórica”, había concluido Karam en su más reciente conferencia de prensa, el 27 de enero. La frase se desmorona ahora con la detallada argumentación del EAAF que consta de siete apartados, conclusiones y recomendaciones. En el texto, los peritos argentinos alertan sobre la evidencia física, la forma de recolección de muestras y la falta de vigilancia en el lugar.
Advierten que no estuvieron presentes cuando la Procuraduría recuperó la bolsa con fragmentos óseos en el río San Juan y, por tanto, no pueden dar fe de dónde fue obtenida la muestra que luego se identificó como perteneciente al normalista Alexander Mora Venancio. “El EAAF fue convocado por la PGR a la vera del río San Juan cuando dicha bolsa ya se encontraba abierta y siendo analizada por peritos de la PGR.
Un número importante de fragmentos, aparentemente provenientes de esa bolsa, se encontraban ya expuestos sobre una lona”.
Los expertos argentinos explicaron que tampoco estuvieron presentes en la recolección de más evidencia el 15 de noviembre porque no recibieron aviso de la acción, pese a que el acuerdo era realizar en simultáneo todas las diligencias periciales. En cuanto a la vigilancia, indicaron que el lugar estuvo sin resguardo y abierto al público entre el 7 el 28 de noviembre, lo cual “hace que la evidencia que se haya recogido en esas condiciones pueda llegar a ser desestimada como prueba”.
El texto también pone en duda la contundencia de la hipótesis oficial porque, según imágenes satelitales, en el basurero de Cocula hubo “múltiples focos de fuego en los últimos años” (2010 y dos en 2013), “por lo tanto, la evidencia física que recogieron peritos de la PGR y del EAAF en la zona inferior del basurero puede pertenecer a eventos de fuego diferentes de aquellos que podrían haber ocurrido en la noche del 26 de septiembre del 2014”. Además, señalan, se encontraron restos de otras personas.
Diferencias genéticas
En su documento, los peritos argentinos mencionaron también una “inusual” diferencia entre los resultados genéticos de la PGR y de los laboratorios privados a quienes ellos recurren.
“La PGR envió perfiles genéticos de 134 familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y el EAAF envió 135 perfiles genéticos de los mismos familiares que la PGR, agregando un familiar adicional (…). Las muestras de la PGR fueron procesadas en su laboratorio de genética, mientras que las tomadas por el EAAF fueron procesadas por el laboratorio The Bode Technology Group, ubicado en Estados Unidos de América”.
En los resultados “el EAAF notó diferencias en 20 de los 134 perfiles genéticos que la PGR tenía en común con el EAAF. Estos 20 perfiles genéticos afectaban a 16 familias de los 43 estudiantes”. La PGR, dicen, reconoció que todos fueron errores de sus laboratorios pero “no hubo una explicación clara al respecto”.
El equipo argentino, que remarcó sigue analizando evidencia, “no excluye la posibilidad de que algunos de los normalistas hayan corrido la suerte señalada por la PGR. Al mismo tiempo, hasta el momento, el EAAF aún no tiene evidencia científica para establecer que, en el basurero de Cocula existan restos humanos que correspondan a los normalistas” (texto completo: (texto completo en: http://www.tlachinollan.org/investiga-equipo-argentino-basurero-de-cocula-y-rio-san-juan).
La noticia abona la desconfianza en la versión oficial porque en estos días también la revista mexicana Proceso divulgó información que pone en duda la veracidad de los testimonios presentados por la PGR. El reportaje firmado por los periodistas Anabel Hernández y Steve Fisher indica que varios inculpados habrían sido torturados para rendir declaración y presenta como pruebas exámenes médicos realizados, según los cuales todos sufrieron golpes y en algunos casos también toques eléctricos.
