Restos de fosas no corresponden a los alumnos
No hay pistas de estudiantes tras 2 meses de desaparición (Infografía)
La trágica noche del 26 de septiembre en la que desaparecieron 43 estudiantes algo en México cambió: dos meses después, la indignación no cede en las calles y el gobierno se ve obligado a dar un golpe de timón para enfrentar la impunidad y corrupción.
El presidente Enrique Peña Nieto, en su peor crisis en dos años en el poder, anunciará mañana reformas en la justicia y la creación de una policía única que controle a las policías municipales, infiltradas por el crimen organizado. “Se deben tomar decisiones donde hay debilidades del Estado mexicano”, adelantó el ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio.
La desaparición de los estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa desnudó la colusión de autoridades y narcotráfico. Los jóvenes fueron atacados a tiros en Iguala, en el sureño estado de Guerrero, por policías corruptos bajo órdenes del alcalde vinculado con el cartel Guerreros Unidos.
Según las autoridades, tres sicarios narcos detenidos confesaron que los policías se los entregaron, que los mataron y quemaron en una hoguera que ardió por 15 horas, y lanzaron a un río los restos calcinados y triturados.
México aún no se repone de esa noche de horror. “Marcó un despertar civil. La clase política está en entredicho, pero el país se topó de frente con la cruda realidad que muchos no querían ver”, opinó el analista Jorge Hernández.
Los padres de los estudiantes, que no aceptan la versión oficial, exigen al gobierno que los busque y se los devuelva vivos. Pero además han emprendido su propia búsqueda. Así esta semana anunciaron el hallazgo de otras 11 fosas clandestinas en Iguala.
La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) también reportó el hallazgo de al menos 500 cuerpos humanos plenamente identificados en el estado Guerrero, al sur de México, zona del país vinculada con el crimen organizado.
En tanto, el Equipo Argentino de Antropología Forense informó ayer que ha identificado tres de los 30 cadáveres encontrados en las fosas comunes ubicadas en los alrededores del municipio mexicano de Iguala y que no corresponden a los 43 ‘normalistas’.
Estos tres cadáveres se suman a otros cuatro identificados el mes pasado. Se trata de personas que desaparecieron en agosto y cuyos restos mortales fueron localizados en las fosas comunes del cerro Pueblo Viejo, en Guerrero.