Al menos 80 cadáveres se encontraban en una morgue de Kano, segunda ciudad de Nigeria, tras una serie de atentados coordinados con bombas y tiroteos perpetrados el viernes por la noche, según pudo constatar la AFP.

No obstante la BBC estima entre 150 las víctimas mortales. Al momento no hay un balance oficial.

Los cuerpos presentaban en su mayoría heridas por impacto de bala y se amontonaban en la morgue del principal hospital de Kano (norte).

Se teme que el balance de víctimas pueda aumentar aún. Un centenar de personas esperaban en el exterior para recoger los restos de sus allegados.

Una serie de explosiones, una de ellas provocada por un atentado suicida, así como disparos, se escucharon el viernes al atardecer en Kano, en unos ataques dirigidos contra contra ocho comisarías de policía y oficinas de inmigración o residencias.

El grupo islamista Boko Haram había reivindicado estos atentados, afirmando que era una respuesta a la negativa de las autoridades a liberar a sus miembros encarcelados.

En tanto que el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, mostró hoy su respaldo al Gobierno nigeriano en su lucha para "acabar con todos los ataques terroristas en el país".

En un comunicado difundido hoy por el organismo continental, con sede en Adis Abeba, Ping condenó "enérgicamente" los ataques y reafirmó su "total rechazo a la violencia en todas sus formas".

Asimismo, expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos y deseó una pronta recuperación a los heridos.