La ONU confirmó ayer la firma de un acuerdo con el Gobierno de Siria para el despliegue en ese país de un grupo  de observadores del cese de la violencia armada.

Al mismo tiempo, el Consejo de Seguridad inició ayer el debate de una propuesta del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para aumentar a 300 el número de integrantes del contingente.

El convenio suscrito en Damasco crea las bases para un protocolo que regirá la labor de los supervisores, según una declaración de Ahmad Fawzi, vocero del enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan, difundido en Nueva York.

“La misión tiene la tarea de monitorear y apoyar el cese de la violencia armada en todas sus formas y por todas las partes y la implementación del plan de seis puntos de Annan”, precisa el texto.

El acuerdo suscrito subraya las funciones de los observadores en el cumplimiento de su mandato en Siria y las labores y responsabilidades del Gobierno sirio al respecto, agrega.

Fawzi precisa que el emisario de la ONU sostiene discusiones similares con representantes de la oposición siria para definir las “responsabilidades de los grupos armados” para el fin de las hostilidades.