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El fin del sistema totalitario cumple 41 años en medio del creciente malestar social por el gobierno neoliberal

Los argentinos repudian el golpe militar y el ajuste de Macri

Los miembros de las Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de la Plaza de Mayo marchan en Buenos Aires.
Los miembros de las Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de la Plaza de Mayo marchan en Buenos Aires.
Foto: AFP
24 de marzo de 2017 - 15:04 - Marcelo Izquierdo, corresponsal en Buenos Aires.

El gobierno de Mauricio Macri “nos provoca constantemente, pero no puede cambiar la historia”, asegura a EL TELÉGRAFO Nora Cortiñas, la histórica dirigente de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, a 41 años del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976.

Camino a la Plaza de Mayo para sumarse a los miles de argentinos que conmemoraron este viernes en ese histórico paseo el ‘Día de la Memoria’, Cortiñas dice que la movilización no solo se realizó para recordar a los 30.000 detenidos-desaparecidos que causó la dictadura, sino también “para repudiar el ajuste”.

Las “provocaciones” que Cortiñas le atribuye al gobierno son especialmente dos que golpearon en los últimos meses a las Madres de Plaza de Mayo. La primera fue el intento del gobierno de convertir en móvil el feriado del 24 de marzo –instaurado en la administración ‘kirchnerista’- para fomentar el turismo y  trasladarlo a un lunes. Ante la andanada de críticas, Macri debió dar marcha atrás en su polémica decisión.

Pero hubo más: este mes el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en manos de la alianza oficialista Cambiemos, colocó atriles con inscripciones alusivas a la Plaza de Mayo sobre los simbólicos “pañuelos blancos” pintados sobre las baldosas del paseo donde todos los jueves, desde hace 40 años, marchan las Madres para reclamar justicia.

Las críticas fueron lapidarias. Otra dirigente histórica de las Madres, la combativa Hebe de Bonafini, tronó: “si nos sacan de la Plaza, les vuelo la Casa de Gobierno. No me importa que me maten. Paren la mano de verdad, no jodan con las Madres”, reclamó. Finalmente los atriles fueron retirados.

Cortiñas dice que “el gobierno nos provoca totalmente. Pero se desprestigia a sí mismo. Pueden hacer lo que quieran, nosotros tenemos nuestra fuerza. No pueden cambiar la historia”, asegura.

Sin un acto oficial del gobierno, decenas de miles de argentinos volvieron a copar la Plaza de Mayo, como lo habían hecho los docentes en huelga esta misma semana, en un acto que se convirtió en otra protesta contra Macri. Sin embargo no hubo muestras de unidad.

Hubo movilizaciones en horarios distintos, en un hecho que dejó al descubierto las divisiones que afectan a los organismos de derechos humanos. El ejemplo más claro lo dio la propia Bonafini que el jueves tildó de “traidora” a la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

“Quiero hablar un poco de traiciones y entregas. Estela de Carlotto firmó un convenio con (la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, la oficialista María Eugenia) Vidal, una asesina, una mujer que está matando de hambre a un montón de gente, que lleva comida podrida a los chicos a los comedores, no sé qué cabeza tienen para negociar con ella”, disparó Bonafini.

“Las Madres no somos más un organismo de derechos humanos, porque hay muchos vendidos. Somos una organización política, ahora sí con un partido, porque nuestro partido es el kirchnerismo”, aseveró.  

Carlotto, quien respaldó también al ‘kirchnerismo’ y fustiga al gobierno de Macri pero con posiciones más moderadas, le respondió: “Cuando el pueblo vota y elige un gobierno, el respeto tiene que ser absoluto, nos guste o no, cada uno tiene que adaptarse y adoptar el camino que toque en estos cuatro años de gobierno”.

Bonafini “es muy mal ejemplo, lo siento por ella. Tenemos que tener conciencia democrática, no fanatismo, nuestros enemigos tienen que estar en una cárcel eterna si son los feroces asesinos” de la dictadura, sostuvo.

Para Cortiñas, que no pertenece a la línea de Bonafini y fue crítica del ‘kirchnerismo’ aunque respaldó políticas de derechos humanos de esa gestión, “no importa si no marchamos juntos. Juntos estamos para repudiar las políticas de ajuste y los rencores”.

“El ‘Día de la Memoria’ es para repudiar los golpes cívico-militares y económicos y reivindicar a los detenidos-desaparecidos. Y para repetir “Nunca más, Nunca más”, la frase que se convirtió en símbolo de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, añadió.

Cortiñas concluyó: “Hace un año que estamos retrocediendo en todo lo que hemos logrado. Pero tenemos que seguir luchando. Es una situación difícil, pero desde hace 40 años que estamos en la calle y seguiremos luchando”.

La marcha principal, comandada por las Madres Línea Fundadora, las Abuelas y otras organizaciones de derechos humanos, se movilizó bajo las consignas “Nunca más” y “30.000 detenidos-desaparecidos, ¡presentes!”.

La organización de Bonafini realizó un “siluetazo” para “llenar la ciudad de siluetas alegres, de colores”. El ala juvenil del ‘kirchnerismo’ se reunió ante las puertas de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el principal centro clandestino de detención y torturas de la dictadura, bajo el lema: “A 41 años del golpe cívico-militar: el mismo plan económico, la misma lucha. Paremos la miseria planificada. Son 30.000”.

En tanto, agrupaciones de izquierda marcharon al Congreso llevando una bandera que rezaba “Son 30.000, fue un genocidio, contra el gobierno de Macri que niega la historia para aplicar el ajuste con represión”.

Desde el gobierno, la Secretaría de Derechos Humanos celebró el ‘Día de la Memoria’ con actividades en distintos puntos del país con la consigna #MemoriaEnDemocracia, pero no hubo un acto oficial. (I)

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