El Gobierno de China actualizó, el martes 28 de enero de 2020, en 132 muertos en todo el país asiático y 5.974 infecciones por la enfermedad del coronavirus en Hubei, epicentro del contagio, más que los registradas durante el brote de SARS en 2003.

Del mismo modo, las autoridades investigan más de 9.000 casos sospechosos. La mayoría de los fallecidos superaban los 60 años y padecían previamente otras enfermedades.

El presidente de China, Xi Jinping, ha realizado una comparación del coronavirus con el “diablo”, señalando que el objetivo más urgente del país en estas horas es luchar contra el brote.

Xi Jinping resaltó la reacción que dio el gigante asiático a la emergencia sanitaria, recordando que ha creado un equipo especial para las tareas de prevención y control que desciende desde el Gobierno central al nivel local.

El líder chino también manifestó su disposición a trabajar junto a la OMS, que se encuentra en China para visitar la ciudad de Wuhan, para “salvaguardar la salud pública regional y de todo el mundo”.

Aunque China es el epicentro del brote y el país más afectado, el coronavirus se ha extendido ya a otras naciones del sureste asiático y también se han detectado casos en Europa y América.

Mientras tanto, varios países comenzaron las evacuaciones de sus nacionales desde Wuhan. Un avión con personal diplomático de Estados Unidos y otros ciudadanos estadounidenses salieron de la ciudad china de Wuhan. “El vuelo de Wuhan ha salido”, indicaron las autoridades.

“Estamos preparados para que, si llegan aquí, podamos darles toda la asistencia que puedan necesitar y para separarlos del resto de la población”, indicó David Wert, vocero del condado de San Bernardino, que aseguró que también están preparados para atender a los niños que puedan venir en el vuelo.

Asimismo, las autoridades japonesas señalaron que el avión que evacuó a 200 ciudadanos aterrizó en Tokio.

Los signos comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos, y dificultades para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.

En 2003, más de 600 personas murieron en todo el mundo (349 en China) a causa del SARS o síndrome respiratorio agudo, que dejó 5.327 afectados en nueve meses. (I)