Muerte del médico que alertó del coronavirus desata rabia en China
Un médico sancionado por haber dado la voz de alarma sobre el nuevo coronavirus en China falleció el viernes 7 de febrero de 2020 de la enfermedad, lo que provocó una oleada de ira ante una crisis que empeora y que ha matado a más de 630 personas.
La epidemia dio un giro político con la muerte por la noche de Li Wenliang, un médico de Wuhan que había alertado a finales de diciembre sobre la aparición del virus en la capital de Hubei. Había sido convocado por la policía, que lo acusó de difundir rumores junto con otras siete personas.
Ahora es un héroe nacional frente a los funcionarios locales acusados de haber ocultado la aparición de la epidemia. "Es un héroe que dio la alarma y lo pagó con su vida", escribe uno de sus colegas de Wuhan en la red en línea Weibo. "Que todos estos funcionarios que se enriquecen con dinero público mueran bajo la nieve", afirmó un internauta, en un comentario borrado inmediatamente por los censores.
El doctor Li, de solo 34 años, falleció en el hospital central de la ciudad, aislada del mundo desde el 23 de enero al igual que sus 11 millones de habitantes. El oftalmólogo contrajo la enfermedad tratando a un paciente.
Situación caótica en hospitales
Su muerte ilustra la situación caótica de los hospitales de Wuhan, muy saturados. Un alto funcionario provincial reconoció el jueves que el personal médico no daba abasto y carecía de equipos para protegerse del virus.
Medios públicos como la televisión nacional CCTV y el diario Global Times anunciaron la muerte el jueves por la noche, pero luego eliminaron la información de las redes sociales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reaccionó a ella, sin esperar la confirmación del hospital, expresando su tristeza.
Crítica al régimen chino
Li se convierte así en la primera víctima del coronavirus con nombre, apellido y rostro que ha dado la vuelta al mundo de entre las al menos 636 que se han producido en la China continental hasta ahora.
En las redes se le atribuye una frase lapidaria a Li: "Una sociedad saludable debería contar con más de una voz". Una crítica al régimen chino, que censura y silencia toda voz discordante. Otra, en su cuenta de Weibo, ya ha sido censurada: "Sabemos que mienten, ellos saben que mienten, saben que sabemos que mienten, sabemos que saben que nosotros sabemos que mienten... y, aun así, mienten".
En el momento de publicar este texto, la indignación corría sin freno por las redes sociales chinas y millones de mensajes con imágenes de velas, informaciones relativas a su muerte recordaban al doctor Li, e incluso retratos artísticos, como el del disidente chino Badiucao, que le caracterizó con una mascarilla bajo la que se puede ver una boca gritando. (I)