Al menos ocho personas murieron este jueves en diversas localidades de Siria como consecuencia de la represión del régimen de Bachar al Asad cuando se cumple medio año desde el inicio de las protestas a mediados del pasado marzo.

El portavoz de los opositores Comités de Coordinación Local, Hozam Ibrahim, aseguró a Efe que hasta el momento han fallecido tres personas en Idleb (norte), dos en Homs (centro), dos en los alrededores de Damasco y una en la ciudad costera de Latakia (norte).

Ibrahim destacó que por segundo día consecutivo las fuerzas sirias siguen lanzando una operación en la zona montañosa de Yabal Zauyia, en la provincia de Idleb -fronteriza con Turquía-, que ha dejado al menos tres muertos y unas 300 detenciones.

Según su versión, siguen oyéndose disparos contra las manifestaciones que exigen en las calles la caída del presidente Al Asad y ya han cesado los bombardeos.

Frente a otros grupos de oposición que señalan que los militares están peinando la zona en busca de soldados desertores huidos, el activista de los Comités añadió que las deserciones se están dando en otros muchos lugares como en las provincias de Hama y Homs (centro), en Deir al Zur (este) o en los alrededores de Damasco.

Entre los demás fallecidos de hoy, los opositores sirios informaron de que un voluntario de la Media Luna Roja murió por los disparos que sufrió días atrás mientras intentaba socorrer a los heridos del barrio de Bustan al Diuan, en Homs.

También en la misma ciudad, el cadáver de una joven fue devuelto al hospital local con marcas de tortura en el cuerpo después de haber sido secuestrada por matones del régimen o "shabiha".

Las comunicaciones fueron cortadas en la provincia meridional de Deraa, mientras que las redadas y los tiroteos continúan en localidades de la provincia de Rif Damasco, en el suroeste del país.

Estos sucesos no pudieron ser verificados de forma independiente por el estricto bloqueo informativo que las autoridades han impuesto en el país.

Por su parte, en Estambul, representantes de la oposición siria anunciaron hoy que 140 personas formarán el Consejo Nacional Sirio (CNS), encargado de dirigir la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad y establecer un gobierno interino en caso de ser derrocado.

Los opositores reafirmaron su llamamiento a que la lucha contra Al Asad sea pacífica y rechazaron una intervención militar extranjera como en el caso de Libia, aunque exigieron una mayor presión diplomática y económica sobre Damasco.

Desde marzo pasado, el régimen sirio ha reprimido con extrema dureza las protestas en su contra causando la muerte de al menos 2.600 personas, según la ONU, sin que las llamadas de la comunidad internacional para detener la violencia hayan dado resultado.