Al menos 15 personas, entre ellas dos mujeres, murieron hoy por disparos de las fuerzas de seguridad en una nueva jornada de violencia en Siria, señalaron los opositores Comités de Coordinación Local.

Entre los fallecidos, 11 personas perdieron la vida en la provincia central de Homs, tres en la septentrional de Idleb, y uno en la meridional de Deraa.

La ofensiva en Homs se centró en la zona de Al Hula, uno de los bastiones opositores donde el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, está reprimiendo con más dureza las manifestaciones en su contra.

En Idleb, el ejército disparó y bombardeó las localidades de Saraqeb y Jan Shaijun, mientras que en la ciudad de Hama y sus alrededores, en el centro de Siria, las comunicaciones fueron bloqueadas.

Además, la Universidad de Alepo, en el norte del país, volvió hoy a ser escenario de protestas de estudiantes que exigen la caída del mandatario.

La agencia oficial de noticias Sana, por su parte, informó de que las autoridades mataron a un número indeterminado de "terroristas" -como denomina el régimen a los opositores- e hirieron a otros tantos que intentaban bloquear una carretera que une las provincias de Hama e Idleb.

En otra zona de Hama, las fuerzas del orden desactivaron dos artefactos explosivos y abatieron a tiros a una persona que, según Sana, estaba disparando contra los ciudadanos.

Ninguna de estas informaciones ha podido ser verificada de forma independiente o confirmada por las autoridades, que han impuesto un férreo bloqueo informativo a los medios de comunicación y observadores internacionales.

Desde que comenzaron las protestas en marzo pasado, más de 4.000 personas han perdido la vida en Siria por la represión gubernamental, según las últimas cifras divulgadas por Naciones Unidas, en medio de temores por que se desencadene una guerra civil en el país. EFE