Morales inaugura construcción de carretera financiada por Brasil
El presidente de Bolivia, Evo Morales, inauguró hoy la construcción de una carretera financiada con un crédito brasileño, proyecto que es rechazado por las comunidades indígenas que habitan una reserva natural cercana a esa ruta.
Morales inauguró las obras en un acto en la localidad de Eterazama, en el trópico de Cochabamba (centro), acompañado por el embajador brasileño en Bolivia, Marcel Biato, sus ministros, parlamentarios y sus bases de productores de hoja de coca.
La vía proyectada, de más de 300 kilómetros entre las regiones de Cochabamba y Beni (noreste), demandará una inversión de 415 millones de dólares, de los que 332 millones serán financiados por Brasil.
El convenio para el crédito fue firmado en agosto de 2009, durante una visita del entonces presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a la localidad de Villa Tunari, en Cochabamba.
Esta infraestructura formará parte en un futuro de un "corredor bioceánico" planeado para conectar el puerto de Santos (Brasil) en el Atlántico con el de Iquique (Chile) en el Pacífico.
Morales destacó la importancia de la obra y emplazó a la constructora brasileña OAS a "cumplir con el contrato" y entregar la carretera en los tres años fijados.
A su vez, el embajador brasileño transmitió a Morales el saludo de la presidenta de su país, Dilma Rousseff, quien, según dijo, tenía la intención de asistir al acto "pero no pudo".
"Nosotros en Brasil miramos esta iniciativa con gran satisfacción y orgullo, porque si bien Bolivia tiene como destino integrarse, es también el corazón de nuestro continente", agregó.
No obstante, la carretera ha sido objeto de rechazo de parte de los grupos indígenas que habitan el parque nacional Isiboro Sécure, aledaño al trópico de Cochabamba, por el daño ambiental que supondrá la obra en la zona.
El secretario de Recursos Naturales del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Marcelino Cuéllar, dijo a la radio Erbol que las comunidades de mojeños, yurakarés y chimanes impedirán la construcción de la carretera porque el Gobierno no les consultó para ejecutar la obra, como señalan las leyes vigentes.
Los indígenas también temen que los productores de coca ingresen en mayor número a la reserva natural con la apertura de la vía.
Las leyes prohíben cultivar en los parques nacionales esa planta, que tiene usos y consumos legales, pero que los narcotraficantes también usan como materia prima de la cocaína.