El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó este jueves un bono especial de mil bolivianos (unos 143 dólares) para los empleados estatales, en momentos en que su popularidad cae en las encuestas y enfrenta conflictos con indígenas amazónicos y sindicatos de trabajadores.

El ministro de Economía, Luis Arce, justificó la medida argumentando que "los incrementos salariales en el sector público han estado prácticamente congelados" desde hace nueve años.

El beneficio excluye a maestros, trabajadores sanitarios, policías y militares, que han recibido aumentos salariales recientemente, y también al presidente, vicepresidente, ministros y directores de oficinas estatales.

Morales, que ya otorgó un bono similar en 2009, decretó el nuevo tras perder dos ministros y un viceministro la semana pasada por un conflicto con indígenas amazónicos que marchan contra una carretera financiada por Brasil que atravesará, según el proyecto, una reserva natural.

El decreto también coincide con una baja en la popularidad del mandatario, que en septiembre cayó de 44 a 37 %, según la encuestadora Ipsos Apoyo.

El Gobierno enfrenta además una huelga de 48 horas convocada para hoy y mañana por la Central Obrera Boliviana, que exige aumentos salariales y apoya a los indígenas tras la violenta represión de la marcha hace diez días.

El anuncio se hizo en momentos en que empezaba la huelga con escasa repercusión.