Luis Urzúa, jefe de turno de los 33 mineros que en 2010 permanecieron atrapados 70 días en la mina San José, en Chile, anunció ayer la intención de los trabajadores de recurrir a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), debido a la “denegación de justicia en Chile”.

Esto luego de que este jueves, y después de tres años de investigación, la Fiscalía regional de Atacama confirmó el cierre de la investigación sin formular cargos contra los dueños del yacimiento ni los responsables regionales del Servicio Nacional de Geología y Minería al determinarse que no había elementos para continuar la indagación. “Si la justicia hace su trabajo como corresponde, ellos (los dueños de la mina) estarían presos”, expresó Urzúa.

Otros mineros del grupo de los 33 también manifestaron su malestar: “Siento frustración, pena, en la mañana me puse a llorar”, indicó Mario Sepúlveda, a radio Cooperativa, el más locuaz de los 33 mineros que permanecieron 70 días atrapados a más de 700 metros de profundidad, quien subrayó que “por respeto a mis compañeros no me quemo a lo bonzo frente a La Moneda (sede del Gobierno chileno)”.

El derrumbe ocurrió el 5 de agosto de 2010 y generó expectación en el mundo hasta que, el 13 de octubre del mismo año, los trabajadores fueron rescatados uno a uno, en la culminación de un inédito episodio de supervivencia y esfuerzos mancomunados del gobierno y empresas privadas chilenas y extranjeras. (EFE)