Miles reclaman en España más estímulo económico y menos recortes
Miles de personas convocadas por los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT con motivo del Primero de Mayo reclamaron este martes en España al Gobierno de Mariano Rajoy que responda a la crisis con más políticas de estímulo económico y menos recortes.
Este Día Internacional del Trabajo en España se celebra en un contexto de recesión económica, con una cifra récord de 5.639.500 desempleados, un 24,44 % de la población activa.
Al término de la manifestación en Madrid, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, acusó al Gobierno de Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), de estar "embarrancando" el buque de la economía y de preocuparse sólo de salvar a los de primera clase.
Para Méndez, el Gobierno ha "elegido" tirar por la "extrema derecha" e imponer una política "ultraliberal" en el mercado laboral y "ultraconservadora" en derechos sociales, que, advirtió, los sindicatos piensan parar.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, denunció que el Ejecutivo está atacando derechos laborales, recortando la sanidad y la educación, devaluando la calidad de vida, "criminalizando" la inmigración y usando la crisis para provocar una "involución" de los derechos que han convertido a España en una sociedad moderna y democrática.
Ambos líderes sindicales insistieron en que van a seguir manifestándose de forma pacífica y democrática en las calles de toda España para parar la política de destrucción de empleo y de "demolición" de los servicios públicas que, a su juicio, lleva a cabo el Gobierno de Rajoy.
Las manifestaciones, convocadas por Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) en ochenta ciudades españolas bajo el lema "Quieren acabar con todo", fueron más multitudinarias que en años anteriores, según los sindicatos, que lo atribuyeron al malestar social por las reformas del Ejecutivo.
De acuerdo con el líder de CCOO, en España se manifestaron hoy cerca de un millón de personas en defensa de los servicios públicos, 100.000 de ellas en Madrid, aunque fuentes policiales cifraron en entre 12.000-15.000 personas los asistentes a la marcha en la capital.
A la manifestación de Madrid asistieron dos exministros socialista de Trabajo, Jesús Caldera y Valeriano Gómez, entre otros representantes del primer partido de la oposición en España.
En Barcelona, miles de manifestantes reclamaron políticas de crecimiento económico y protestaron contra la reforma laboral, que, según los sindicatos, abarata el despido, así como contra los recortes en sanidad y educación, en la celebración más masiva que se recuerda del Primero de Mayo de los últimos años en esa ciudad.
Los sindicatos reclamaron políticas de estímulo y de inversión pública que permitan recuperar la actividad económica y el empleo y propusieron que los recursos se obtengan de una reforma fiscal que haga pagar más a quien más tiene.
A la manifestación de Valencia (este español) acudió la "número dos" del Partido Socialista, Elena Valenciano, quien manifestó que el de hoy "no es un Primero de Mayo cualquiera", pues "están en riesgo los derechos conseguidos en los últimos 30 años y el diálogo social".
El gubernamental PP, por su parte, pidió al Partido Socialista, al que arrebató el poder en España en las elecciones de noviembre pasado, que "supere el miedo" a que el país "vuelva a ir bien", que no ataque al Gobierno con "algaradas" y que "tenga altura de miras" para colaborar en el objetivo prioritario de crear empleo.
Así lo manifestó el portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, quien quiso trasmitir un mensaje de confianza a los trabajadores que hoy celebran su día, porque "la obsesión" de las reformas que está llevando a cabo el Gobierno es que se creen puestos de trabajo.