Varios miles de personas manifestaron contra el racismo el sábado en Boston, en un clima de fuerte tensión en Estados Unidos una semana después de la violencia mortal en Charlottesville.

Cerca de 4.000 manifestantes antiracismo marchaban hacia el centro de Boston, donde una llamada manifestación para defender la "libertad de expresión" -en la que se esperaba acudieran conservadores cercanos a la extrema derecha- estaba prevista de 16H00 a 18H00 GMT, según un fotógrafo de AFP en el sitio.

Las autoridades de esta ciudad del noreste de Estados Unidos y bastión demócrata y anti-Trump, prohibieron el porte de armas en el área y dijeron que no permitirían que la marcha de los supremacistas blancos se extendiera más allá de lo previsto.

"Es hora de hacer algo", dijo Katie Zipps, una manifestante que vino de Malden, al norte de Boston, para la protesta. "Estamos aquí para engrosar el número de los que resisten", añadió.

Los manifestantes esperaban convergir en Boston Common, una de las plazas más celebres de la ciudad, cerca del encuentro a nombre de la libertad de expresión, que no debería reunir más de unas cientos de personas, según el sitio de Facebook de sus organizadores.

La policía y las autoridades municipales multiplicaron los llamados a la calma, luego de que la violencia en un cruce de manifestaciones similar en Charlottesville creara un clima de alta tensión en Estados Unidos.

Una mujer murió y 19 personas resultaron heridas en esas manifestaciones, que suscitaron una profunda indignación alimentada por las polémicas reacciones de Donald Trump. El mandatario equiparó a los militantes de extrema derecha y los manifestantes que protestaban contra el racismo.

"No toleraremos violencia de ningún tipo", advirtió el alcalde de Boston, Marty Walsh, en Twitter.(I)