Miles marcharon por una buena educación en Chile
Miles de estudiantes universitarios y secundarios, acompañados de padres y profesores, volvieron a marchar ayer en Santiago en vísperas de que se cumpla hoy el plazo que dieron al Gobierno para que acceda a sus peticiones de una mejor educación.
Pese a que la movilización se realizaba en forma pacífica, un grupo de encapuchados se enfrentó a la Policía con palos y piedras sobre el tradicional Paseo Bulnes, en el centro de la capital y a escasos metros del palacio La Moneda, tras descolgarse de la marcha estudiantil.
Agentes de fuerzas especiales de la Policía repelieron en tanto los ataques con chorros de agua y gases lacrimógenos, mientras que los alumnos intentaban detener los enfrentamientos. Hasta el cierre de esta edición no se informaba sobre el número de detenidos.
Según Carabineros (Policía militarizada), unas 60.000 personas acudieron a la marcha, mientras que el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, rebajó la cifra a 40.000 y la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, la aumentó a 100.000.
Previo a la caminata, en al menos una decena de puntos de la capital chilena, grupos de manifestantes instalaron barricadas, entorpecieron el flujo de vehículos y se enfrentaron con los uniformados.
Los carabineros utilizaron chorros de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los revoltosos a pocas horas de que empezara la marcha. Tiempo después, los jóvenes se congregaron hacia las 10:00 en la Universidad de Santiago, en la zona poniente de la Alameda, principal arteria capitalina, y se desplazaron en un ambiente festivo y pacífico por varias calles situadas al sur de la avenida.
Una hora después, y tras recorrer unas 35 cuadras, la cabecera de la manifestación llegó al Parque Almagro, a seis cuadradas de la sede presidencial, en el que grupos de encapuchados protagonizaron los primeros incidentes.
El Gobierno y los estudiantes consensuaron el lunes este recorrido tras la negativa de las autoridades a permitir una nueva marcha desde Plaza Italia por la Alameda hasta llegar frente a La Moneda, como querían los jóvenes y como ya habían hecho los días 16 y 30 de junio y el 14 de julio.
El Ejecutivo prohibió dos manifestaciones convocadas el pasado jueves en la misma avenida, pero ese día los estudiantes desafiaron la restricción y la Policía los reprimió. Tras la violenta jornada hubo 874 detenidos en el país.
La pasada noche se volvieron a producir algunos disturbios en nueve puntos distribuidos en tres comunas (municipios) de la ciudad y fueron detenidos seis menores de edad que instalaban barricadas.
Ya en la mañana de ayer se registraron altercados en otros tres puntos, aunque no hubo detenidos, explicó la intendenta (gobernadora) de la Región Metropolitana, Cecilia Pérez.
Los jóvenes comenzaron estas movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.
La semana pasada, el ministro chileno del ramo, Felipe Bulnes, propuso 21 medidas para frenar las movilizaciones, pero estas fueron rechazadas por los dirigentes, que le dieron de plazo hasta hoy para que “recapacite” y acepte las demandas de los estudiantes.