Miles de sirios salieron ayer a las calles en el primer viernes del mes de Ramadán llamando a la comunidad internacional a apoyarlos y gritando “Dios está con nosotros”, mientras la represión de las protestas por parte del régimen causó al menos diez muertos cerca de Damasco.

“Diez personas murieron el viernes y muchas otras resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispararon para dispersar a los manifestantes cerca de Damasco y en Homs”, informó Rami Abdel Rahmane, presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) en un nuevo balance.   Siete fallecieron en Irbine (cerca de Damasco), otra en Maadamiya (cerca de Damasco) y dos en Homs, complementó  Abdel Rahmane, quien aseguró además que hubo un gran número de lesionados entre los manifestantes.

Treinta mil personas desfilaron en Deir Ezzor (este), y miles en Deraa (sur) y Qamechli (noreste) para apoyar a la ciudad de Hama (centro), declaró, por su parte,  Abdel Karim Rihaoui, presidente de la Liga Siria de Derechos Humanos.

“Más de 12.000 ciudadanos marcharon  en la gobernatura de Idleb (noroeste) para reclamar la caída del régimen y expresar su apoyo a Hama y Deir Ezzor”, agregó  Rami Abdel Rahmane tras afirmar que otras centenas más  salieron de la mezquita al-Mansouri en Jableh (oeste) gritando “Dios está con nosotros”, agregó.

Los contestarios sirios lanzaron, como todos los viernes, en la página Facebook “Syrian Revolution 2011”, un llamado a la movilización, con la consigna “Dios está con nosotros. ¿Y usted?”.