Miles de personas rechazan el poder militar en Egipto
Miles de manifestantes, en su mayoría islamitas, se congregaron ayer en la plaza Tahrir de El Cairo para exigir que el Ejército ceda el poder a los civiles antes de que finalice abril del próximo año y para denunciar un proyecto acusado de permitir a los militares mantener privilegios.
El llamado a manifestar fue hecho el miércoles por los Hermanos Musulmanes, después de la decisión del gobierno que administra el país bajo la tutela del Ejército, de continuar su proyecto de redacción de una declaración de principios fundamentales de la Constitución.
En el plan se incluyen 23 puntos que debería respetar necesariamente la nueva Carta Magna, y los más controvertidos hacen alusión directa al papel de las Fuerzas Armadas y a la autonomía respecto al poder ejecutivo que le será garantizada.
En la movilización participaron también simpatizantes de organizaciones laicas liberales o de izquierda, así como movimiento por la democracia que organizaron la revuelta que en febrero derrocó al presidente Hosni Mubarak.
Así, en un ambiente festivo, hombres y mujeres de todas las edades y numerosas familias con niños abarrotaron la plaza del centro de El Cairo, que se tiñó de rojo, blanco y negro, los colores de la bandera egipcia.
Miles de personas también se manifestaron en Alejandría (norte), segunda ciudad del país y bastión tradicional de los Hermanos Musulmanes. Estas movilizaciones estaban organizadas diez días antes de las primeras elecciones legislativas desde la caída de Mubarak, las que comenzarán el 28 de noviembre para prolongarse durante cerca de cuatro meses.
El Ejército, que controla el poder desde el 11 de febrero, prometió devolver el poder a los civiles luego de la instalación del Parlamento, de la adopción de la nueva Constitución y de la elección de un nuevo presidente. Pero todavía no hay fecha para esto último y el plazo podría prolongarse hasta fines de 2012, incluso 2013.
“El pueblo reclama un calendario para la entrega del poder”, podía leerse en una gran banderola desplegada en la plaza Tahrir, centro de las manifestaciones de comienzos de años que llevaron a la caída de Mubarak.
“Los que nos dirigen piensan quizás que el tiempo hará que olvidemos nuestra causa. Se equivocan”, declaró en un sermón ante los manifestantes el imán Mazar Chahin, aludiendo al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), en el poder desde hace diez meses.
Los cargos también están dirigidos contra un proyecto de carta de principios constitucionales presentado por el viceprimer ministro Alí Silmi, acusado de reducir las prerrogativas del próximo Parlamento.
El proyecto del gobierno es más criticado, porque contiene cláusulas que privan al Parlamento del control del presupuesto del Ejército y dejan a los militares el poder de decisión sobre las leyes que les concierne.
Esta carta, que en un principio fue reclamada por liberales y laicos, podría limitar el margen de acción de la comisión que deberá redactar la futura Constitución.