Ante una Plaza de Mayo y alrededores colmados de militantes, la presidenta saliente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ofreció el miércoles su último acto antes de dejar el poder tras 8 años de gestión. Agradeció a los argentinos por el respaldo y les pidió que se mantengan unidos. 

"Espero una Argentina sin censuras, ni represión, una Argentina más libre que nunca", expresó la Mandataria al recordar que "a pesar de los continuos ataques de la extrema derecha", el país mejoró como nunca lo había hecho en los últimos 12 años y medio, durante su gestión y la de Néstor Kirchner.

“Para industrializar un país se necesita de la inversión social y el respaldo de la clase obrera trabajadora”, dijo Fernández tras referirse a una de las acciones que respaldó su Gobierno para consolidar la economía de su país.

Aseguró que ningún otro Gobierno se había preocupado tanto por la salud, la educación, el avance tecnológico, la igualdad y la inclusión social.

“Esta Argentina que dejamos desendeudada como nunca antes se había hecho, es la misma Argentina que logró la recuperación de 119 nietos arrebatados en la dictadura, es la misma que reivindicó a los pensionados y pensionadas que fueron excluidos por años”, dijo.

Cristina afirmó que puede ver con argullo la cara de los 42 millones de argentinos gracias a los logros obtenidos en la última década. "Solo le pido a Dios que quienes hoy nos suceden por la voluntad popular, dentro de cuatro años puedan presentarse en esta plaza y mirar a los ojos a los argentinos orgullosos por haberlo hecho bien", apuntó. 

"Queridos compatriotas, cada uno de ustedes tiene un dirigente adentro, y cuando sienta que aquellos en los que confió y depositó sus votos lo traicionaron, tome sus banderas y sepa que cada uno es el dirigente de su destino y el constructor de su vida", añadió. 

La mandataria también se refirió a la controversia por el traspaso de mando. "En mi vida pensé que iba a haber un presidente cautelar en 12 horas en mi país", sostuvo.  "Me hubiera gustado entregar el Gobierno en el Congreso", agregó.

El presidente electo presentó el martes un amparo en la justicia que le fue favorable, por lo que a la medianoche la jefatura del Estado recaerá en el presidente previsional del Senado, el macrista Federico Pinedo, hasta el mediodía del jueves cuando Mauricio Macri preste juramento ante el Congreso, que estará semivacío en ausencia del hasta ahora bloque oficialista.

Previo a su discurso en la Plaza de Mayo, Cristina Fernández develó en la Casa Rosada (sede del gobierno) un busto del expresidente Néstor Kirchner. Allí estuvo acompañada del presidente boliviano, Evo Morales, su hijo Máximo, su nuera, un nieto y las activistas Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.

"Néstor construyó una nueva Argentina desde las ruinas que había recibido", dijo Cristina en el evento que fue seguido en pantalla gigante por sus seguidores congregados en la Plaza de Mayo, quienes la aplaudieron con veneración en una fiesta de calle que pone fin a un ciclo político 12 años de gestión kirchnerista.

La Cámpora, el Movimiento Evita, Kolina, Nuevo Encuentro, Tupac Amaru, entre otras organizaciones estuvieron presentes. 

"Lo que hizo esta mujer por nosotros, gobernar para la gente no la hace nadie más. Nunca nos pasó y no va a pasar de nuevo", lloró Norma González, una jubilada de 62 años, emocionada cuando la multitud entonaba un cántico de recuerdo a Néstor Kirchner, según recoge la agencia AFP. 

Ana, una mujer que no dio su edad ni apellido, apostó por la "corta vida" del gobierno que (Mauricio) Macri empieza el jueves.

"Sinceramente creo que este gobierno que entra no va a durar mucho tiempo. Acá somos muchos de este lado", advirtió.

El alto voltaje de la discusión política de estas últimas horas de transición se reflejaba en las redes sociales con los hashtags #YoAbrazoaCristina y #ResistiendoconAguante compitiendo con #CFKVerguenzaMundial.

"Siempre con vos" y "No fue magia" son los lemas usados para despedir a la presidenta. (I)