El número de muertos por el sismo, que se produjo el lunes en el noroeste de China, aumentó a 95 y además decenas de miles de personas han perdido sus hogares, informaron ayer los medios estatales.

Según los últimos datos facilitados por las autoridades locales, el seísmo de 6,6 grados de magnitud que sacudió las comarcas rurales de Minxian y Zhangxian causó 1.001 heridos -70 de ellos de gravedad-, pero faltaba contabilizar una persona más que sigue desaparecida.

Las investigaciones preliminares aseguraban que el temblor, junto con más de 400 réplicas, provocó el derrumbe de 51.800 viviendas y dañó gravemente unas 240.000 más. Las autoridades locales han trasladado  226.700 personas a lugares seguros, pero otras 220.000 necesitaban albergues de emergencia.

El gobierno envió ayuda a la región afectada. A las personas que se quedaron sin hogar destinó 10.000 tiendas, 30.000 mantas de algodón, 5.000 camas de campaña y 10.000 sacos de dormir.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, envió sus condolencias a los afectados desde Nueva York. “Nuestros pensamientos están con las familias de las víctimas”. También expresó su solidaridad la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton.

El jefe de Estado y de partido chino, Xi Jinping, pidió a los equipos de rescate que extremaran los esfuerzos y alertó de posibles réplicas. Además, las lluvias anunciadas podrían causar aludes. (EFE/AFP)