Milagro Sala intentó suicidarse en prisión
“Me quise matar”. La líder indígena de la organización social Tupac Amaru, Milagro Sala, detenida hace más de un año en el norte de Argentina, acusada de corrupción y considerada “presa política” por la oposición kirchnerista, admitió que se quiso suicidar clavándose unas tijeras en el estómago en el penal donde está alojada, “podrida de que me llenen de causas y que nadie haga algo”.
La versión sobre su intento de suicidio había corrido como reguero de pólvora entre miembros de Tupac Amaru, pero el gobierno de la provincia de Jujuy, donde está presa desde enero de 2016, lo había desmentido poco después.
Pero ahora la propia Sala dio su versión de los hechos en una entrevista radial desde el Penal N° 3 de Mujeres de Jujuy. "Me punteé (clavé, ndr) el estómago, estoy podrida de que me llenen de causas y que nadie haga algo", dijo la dirigente social a Radio Rebelde, de esa provincia. "Estoy bastante triste, esto es de nunca terminar", agregó.
Sala dijo que "estuvieron durante un año inventándome causas. Da muchísima bronca. Me quise matar cuando me enteré que tenía tres causas más” por instigación a cometer delito de amenaza".
Según afirmó, primero intentó lesionarse con un cuchillo y luego con tijeras. "No me lastimé tanto, porque me agarraron y me sacaron las tijeras, pero sí me lastime", sostuvo.
El gobierno jujeyo del gobernador oficialista Gerardo Morales, que integra la alianza Cambiemos que llevó al poder a Mauricio Macri, lleva adelante una guerra contra la polémica militante social cuya influencia creció en la última década a través de numerosas obras realizadas por su organización como la construcción de viviendas, escuelas, centros de atención sanitaria o el manejo de planes sociales financiados por subsidios del Estado que le giraba el gobierno kirchnerista.
Sala está acusada de serias irregularidades financieras para beneficio propio y de llevar adelante prácticas “clientelistas” como la afiliación compulsiva a su organización como requisito para beneficiarse de sus obras. En un principio se la detuvo por el delito de sedición en una protesta pública y luego se le amplió la prisión preventiva por las denuncias de corrupción que pesan en su contra. Pero varias organizaciones internacionales consideran su detención ilegal.
El último en criticar su detención fue el propio departamento de Estado estadounidense, que en un documento citó expresamente la resolución del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas, que en octubre pasado reclamó que se deje en libertad de inmediato a la dirigente social. También la Comisión Interamericana de Derechos Humanos reclamó al Gobierno argentino liberar a Sala, al igual que el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro. Pero no fueron los únicos. Similares pronunciamientos fueron lanzados por Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Robert Kennedy Human Right, entre otras.
En sus declaraciones radiales, Sala fustigó al gobernador jujeño: “Gerardo Morales me quiere muerta y hay gente que se esté prendiendo en esa” situación, y solicitó excusas por su intento de quitarse la vida. "Pido disculpas por mi arrebatamiento desde mi profundo corazón de coya (el grupo indígena al que pertenece)", sostuvo.
Su abogada, Elizabeth Gómez de Alcorta, denunció que Sala está bajo un cuadro de "altísima vulnerabilidad psicológica" ante el "hostigamiento" de la justicia y el gobierno jujeños, y que por esa razón se había autoagredido el 23 de febrero.
Sin embargo, un sector de la prensa informó que un día después la dirigente solicitó elementos para celebrar el inicio del carnaval con sus colegas detenidas, mientras el gobierno provincial desmentía su intento de suicidio.
Pero Sala explicó que “cuando estuvimos celebrando el día de la mujer comadre (que coincide con el carnaval), para nosotros los jujeños es hacer una ceremonia. No crean porque estuvimos bailando... es una ceremonia de los pueblos originarios. Pedimos hacer una ceremonia para agradecer a la madre tierra", dijo.
El jueves de comadres es una fiesta donde se reúnen las mujeres que mantienen vínculos de madrinazgo de sus hijos y festejan desde el mediodía hasta bien entrada la noche ese parentesco cristiano sin la presencia de los hombres, que llegan a los festejos recién cuando cae la tarde. (I)