El acuerdo de la Unión Europea (UE), que, entre otras medidas, contempla la devolución a Turquía de todo migrante que no pida asilo en Grecia, es aplicado lentamente en la isla griega de Lesbos. Esta es la principal puerta de ingreso que usan para llegar de forma irregular a los países europeos.  

Pero el anuncio de deportación no impidió que llegaran más de 1.600 refugiados a las islas griegas en las últimas 24 horas. El total en el país supera ya los 50.000. Los migrantes  que llegaron desde el pasado domingo serán reenviados a Turquía, salvo que las autoridades admitan una demanda de asilo.

El proceso está lejos de ser implementado, en particular ya que no han sido movilizados los 4.000 agentes europeos que articularán la operación. “No será un asunto fácil”, señaló el primer ministro griego, Alexis Tsipras.

Mientras tanto, los griegos comenzaron a separar a los migrantes llegados antes del 20 de marzo de quienes arribaron después y están sujetos al nuevo reglamento. El campo de registro de Moria se convirtió en un “lugar cerrado”, señaló Boris Cheshirkov, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).

Furgones de la Policía vigilan el lugar y desde que entraron en vigor  las nuevas reglas, los migrantes llegados a partir del 20 de marzo ya no están autorizados a salir del campo, mientras se examina su caso.

Según los datos publicados ayer por el centro de gestión de la crisis de refugiados, desde las 07:30 del domingo hasta la misma hora de  este lunes llegaron a las islas del Egeo oriental 1.662 personas.

La mayoría de las llegadas se produjo a la isla de Quíos, 830, seguida de Lesbos, con 698.  En total, 50.411 migrantes y refugiados están distribuidos en todo el territorio griego. (I)

ONG denuncia acuerdo por violar DD.HH.

La organización humanitaria Médicos del Mundo (MdM) alertó ayer de la crisis humanitaria que se vive en Grecia y denunció el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía en materia de refugiados por violar los derechos humanos.

La presidenta de MdM, Françoise Sivignon, señaló que con estas políticas “no se puede proteger a los refugiados”, pues se vulnera “el derecho internacional humanitario y el derecho de asilo”. (I)