El gobierno federal de México anunció la noche del domingo que asumió la seguridad de otros 13 municipios por haber detectado nexos de sus policías con el crimen organizado en el marco de la investigación por los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala (Guerrero, sur).

Todos los policías de 12 municipios del estado de Guerrero, incluido el turístico Taxco, y los del vecino Ixtapan de la Sal (estado de México) fueron desarmados y trasladados a una base militar, informó el comisionado nacional de seguridad, Monte Alejandro Rubido, en un mensaje a medios en la capital.

A los agentes se les practicarán exámenes de control de confianza y se revisarán sus actuaciones, mientras que se analizará si las armas fueron usadas para cometer delitos.

El gobierno presume que hay "nexos entre elementos de seguridad pública de dicho orden y miembros de la delincuencia organizada", dijo Rubido.

"La policía federal, con apoyo del ejército, será la institución encargada de brindar la seguridad pública" a partir de ahora en esas localidades, afirmó Rubido, que no vinculó a esas policías con ningún acto criminal ni ningún grupo delincuencial en particular.

La colonial Taxco (105.000 habitantes), a 185 km de Ciudad de México, ha vivido varios episodios de violencia en los últimos años, el más grave de ellos el hallazgo de 55 cadáveres en un fosa clandestina en 2010.

El gobierno mexicano ya había relevado en bloque a las policías de Iguala y de la vecina localidad de Cocula después de que fueran detenidos 36 agentes de estas dos corporaciones sospechosos de participar en la desaparición de los estudiantes.

La noche del 26 de septiembre, Iguala fue el escenario de los ataques a tiros conjuntos entre policías locales y sicarios del cártel Guerreros Unidos contra decenas de estudiantes, en los que hubo seis muertos y desaparecieron los 43 estudiantes.

La fiscalía general cree que, tras las balaceras, policías de Iguala y Cocula entregaron a los 43 jóvenes a los Guerreros Unidos.

Desde entonces se desconoce el paradero de estos estudiantes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa (Guerrero), cuya desaparición ha conmocionado al país y al mundo.

Rubido reiteró que la prioridad del gobierno es dar con los jóvenes y que para eso mantiene un despliegue en zonas urbanas y rurales con 17 helicópteros, tres aeronaves y seis buzos.