Donald Trump incrementó este lunes 26 de noviembre su presión sobre México para que expulse de su territorio a los migrantes centroamericanos que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos, y amenazó con cerrarla permanentemente tras dos bloqueos temporales en días pasados, lo que preocupa a los empresarios.  

En respuesta, el Gobierno mexicano comenzó la deportación de 98 personas que presuntamente protagonizaron una trifulca el domingo en la garita de El Chaparral, con el afán de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

“México debe devolver a los migrantes, muchos de los cuales son fríos criminales, a sus países. Háganlo por avión, en autobús, háganlo como quieran, pero no van a entrar en Estados Unidos”, escribió el presidente en Twitter.

“Cerraremos la frontera permanentemente si necesitamos hacerlo. Congreso, ¡financia el muro!”, clamó Trump a primera hora de la mañana de este lunes 26 de noviembre en la red social.

La amenaza de Trump llega un día después de que las autoridades estadounidenses reprimieran el intento de un grupo de migrantes de cruzar desde Tijuana a California saltando la valla fronteriza.

Utilizaron gases lacrimógenos y cerraron durante varias horas el paso fronterizo de San Ysidro. Es el cruce más concurrido desde México: a diario entran por él a Estados Unidos 110.000 personas, tanto a pie como en automóviles o autobuses.

El punto de acceso de San Ysidro ya fue cerrado el lunes de la semana pasada, también durante varias horas para reforzar la seguridad, después de que Estados Unidos tuviera noticia de que podía producirse un asalto a la valla como el que finalmente ocurrió el domingo.

Gerardo García Benavente, comisionado del Instituto Nacional de Migración, informó que fueron repatriados aquellos que fueron detenidos “en plena flagrancia”.

El comisionado afirmó que en la caravana de migrantes centroamericanos “hay instigadores y siguen todavía ahí”.

“Es preocupante lo que sucede en la ciudad de Tijuana y eso nos afecta a todos los tipos de negocios”, manifestó Raúl De León, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En Tijuana hay más de 4.700 migrantes centroamericanos, procedentes en su mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador.

Han llegado hasta la ciudad fronteriza en caravanas que partieron del violento Triángulo Norte en octubre, con la intención de alcanzar Estados Unidos y pedir asilo en el país. Recorrieron 4.000 kilómetros.

Se espera, además, la llegada de otros que siguen avanzando por México. Esta escalada ocurre a pocos días para el traspaso de poder en México, donde el próximo 1 de diciembre asumirá la presidencia el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

The Washington Post informó durante el fin de semana que la nueva Administración mexicana y la de Trump llegaron a un acuerdo para que los migrantes que quisieran solicitar asilo en Estados Unidos permanecieran en suelo mexicano durante el proceso. El equipo de López Obrador lo desmintió.

Trump envió a la frontera más de 5.600 soldados en activo ante el avance de las caravanas migrantes, una cifra que es más del doble del despliegue estadounidense que hay ahora mismo en Siria. De ellos, 1.300 están en el estado de California. El resto se reparte entre Texas (2.800) y Arizona (1.500).

En medio de esta crisis migratoria, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó de narcotráfico a Juan Antonio Hernández, hermano del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. El exdiputado fue detenido el viernes pasado en el aeropuerto de Miami. (I)

Migración
Deportados
Un total de 63.820 hondureños regresaron a su país deportados en los primeros diez meses de 2018, 60% más que los 39.884 repatriados en el mismo período de 2017, según un reporte del  Observatorio Consular y Migratorio.

7 mil migrantes aguardan en estos momentos del lado de la frontera mexicana para pedir asilo a EE.UU.

Residentes
Las autoridades calculan que en EE.UU. viven un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados.