“Yo quería conocer a mi papá porque casi no me acuerdo de él. Tenía siete años cuando él se fue”, relató Carlos Acosta, un joven de 17 años, que junto a cientos de niños y adolescentes fue deportado el miércoles desde México, donde permaneció meses detenido en un centro de migrantes en Tapachula.

“Ya no voy a volver a intentarlo, es muy peligroso”, aseguró Acosta, cuyo padre pagó a un ‘coyote’ para que lo llevara a Estados Unidos. Dice que prefiere seguir los estudios de bachillerato en computación en su localidad natal, Campamento, al este de Tegucigalpa.

La primera dama de Honduras, Ana García, recibió a los menores que fueron detenidos en México mientras viajaban hacia Estados Unidos en busca de sus padres o huyendo de la violencia en su país.

En total fueron deportados 271 inmigrantes, entre ellos 167 menores y 104 padres que acompañaban a ciertos pequeños. Ellos llegaron en 14 buses a la aduana de aldea de Corinto, frontera con Guatemala, de esta jurisdicción. Luego se trasladaron a una oficina del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (Ihnfa), en San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, 250 km al norte de Tegucigalpa, desde donde serían enviados a sus comunidades de origen en transporte público.

García encabeza una comisión creada por el mandatario Juan Orlando Hernández para recibir a miles de niños migrantes desde Estados Unidos o México, que hacen una travesía repleta de amenazas que incluyen la presencia de violentas bandas criminales que los secuestran en busca de recompensas.

“Hago el llamado a los padres y madres de familia, no pongan la vida de sus hijos en manos de personas que lo único que les interesa es ganar dinero, no cuidan a sus hijos”, expresó. “Muchos niños son víctimas de abusos, hay niñas que han sido violadas, muchos pequeños son utilizados para el crimen organizado, esa parte nadie la cuenta y tampoco nadie cuenta que hay muchos ‘coyotes’ o delincuentes que se están lucrando de ese negocio”, lamentó.

Este año el número de menores deportados de México aumentó cada mes, en enero llegaron 336 menores, en febrero, 493; marzo, 790; abril, 830; mayo, 1.265; y en junio, más de 1.700 niños, destacó el diario La Prensa.

Deportados de EE.UU.

También llegaron a San Pedro Sula otros 132 adultos hondureños deportados de Estados Unidos, quienes fueron recibidos por personal del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR).

García explicó que se está trabajando para incorporar a todas esas familias que retornan. Se lo hace a través de programas sociales como ‘Con chamba vivís mejor’. Esta idea les permite inscribirse en un programa de vivienda y contar con una oportunidad de trabajo.

Cifras estadounidenses indican que, del 1 de octubre de 2012 al 30 de septiembre de 2013, fueron interceptados 24.493 menores que ingresaron clandestinamente a Estados Unidos sin la compañía de un adulto. La mayoría venía de los países centroamericanos de Honduras, El Salvador y Guatemala.

En los 8 meses siguientes, la cifra se incrementó a más de 47.000, un fenómeno que el presidente estadounidense Barack Obama ha calificado de crisis humanitaria.