La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ganó ayer las elecciones legislativas con 314 diputados, según el primer sondeo ofrecido por las televisiones BBC, ITV y Sky.  No obstante, con este resultado habría perdido la mayoría absoluta.  

En los comicios de 2015, los conservadores, encabezados entonces por David Cameron, consiguieron el 36,9%, lo que le permitió obtener una mayoría absoluta con 331 representantes. En contexto, hay 650 escaños en la Cámara de los Comunes, es decir, la mayoría se obtiene con 326 o más diputados.

En cifra, según los sondeos que comparten las cadenas televisivas (BBC, Sky e ITV): los conservadores lograron 314 diputados de los 650 (tenían 330), seguidos de los laboristas de Jeremy Corbyn, con 266 (229), el Partido Nacional Escocés 34 (56) y el Partido Liberal Demócrata 14 (9).

Si estas proyecciones se confirman puede abrirse una crisis en el partido conservador y poner en peligro el arranque de las negociaciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) denominada Brexit, que Bruselas tenía previsto comenzar el 19 de junio. Es decir, May se verá obligada a pactar con sus opositores para formar gobierno, o negociar acuerdos puntuales, cuando lo que pretendía, al adelantar las elecciones, era afrontar las negociaciones con la Unión Europea con un Parlamento dócil.

Tras los pronósticos, los mercados de divisas acusaron las proyecciones de manera inmediata, con castigos a la libra esterlina. No obstante, los analistas políticos, piden calma porque se trata de sondeos a pie de urna y el resultado final podría variar como ya ocurrió en 2015.

En general, los sondeos habían arrojado en los últimos días resultados contradictorios, lo que hacía que estos comicios fueran impredecibles y dependieran en gran medida de la participación, sobre todo, del electorado joven.

Aunque estaban habilitados para votar unos 46,9 millones de británicos, los primeros estimativos indicaban que la participación de voto  fue de entre el 60 y el 65%, tras una jornada electoral que vio un amplio despliegue de policías luego de los atentados del sábado pasado en el Puente de Londres, los cuales arrojaron ocho muertos y cerca de medio centenar de heridos.

Los cerca de 40.000 colegios electorales abrieron sus puertas a las 7:00 hora local (01:00 hora en Ecuador) del jueves, y cerraron a las 22.00 horas (17:00 en Ecuador), cuando comenzó el recuento oficial de votos.

Tras el inesperado resultado, el recuento de los votos, que se prolongará toda la noche, cobra un interés que pocos podían esperar, a juzgar por los sondeos del miércoles, que daban una victoria holgada a los conservadores.

Corbyn gana contra todo pronóstico

May se había mostrado partidaria de un llamado “Brexit duro”, sin libertad de movimientos para los ciudadanos de la UE y a favor de la salida del mercado común, mientras que Corbyn se presentó como el partidario de una salida dialogada con Bruselas que permitiera conservar la participación en el mercado comunitario.

Además del tema del Brexit, los principales debates de campaña se centraron también en temas económicos internos, el libre comercio, la inmigración y más recientemente la seguridad, especialmente tras los atentados terroristas de Mánchester y Londres que conmocionaron a la opinión pública del Reino Unido.

En los últimos meses, el apoyo a la jefa de Gobierno se había desplomado tras presentar un programa que incluyó recortes a las pensiones y las ayudas a los más necesitados, mientras Corbyn había mejorado con promesas de elevar impuestos a los más ricos, mejorar el sistema de salud, promover la construcción de más viviendas sociales y nacionalizar empresas energéticas, de correo postal y ferroviarias.

Además, el panorama electoral se le complicó a May tras los recientes atentados terroristas, por los cuales el líder laborista había demandado su dimisión al responsabilizarla de supuestos errores de seguridad que él dijo facilitaron los ataques.

Corbyn responsabilizó a la mandataria por reducir en casi 20.000 el número de policías, cuando May ejercía como ministra del Interior durante el anterior gobierno, debilitando así la capacidad de las fuerzas de seguridad para enfrentar a los extremistas.

En todo caso, los analistas políticos coincidieron en que la frialdad de May en los actos proselitistas durante la campaña electoral, sumada a propuestas impopulares, como la del “impuesto a la demencia” (que tuvo que retirar), redujeron en gran medida las perspectivas de una victoria arrasadora para la Mandataria, como se esperaba inicialmente.

Este jueves, el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, señaló que el bloque está preparado para negociar el Brexit.

“Los que deben hablar ahora son los ciudadanos británicos”, subrayó el funcionario europeo.

De acuerdo a la publicación de  diario El País de España, tanto May como Corbyn necesitaban un resultado que les permitiera apagar las críticas dentro de sus respectivos partidos, donde se han granjeado numerosos enemigos. Los conservadores más euroescépticos no acaban de fiarse de May y los laboristas de la tradición de Blair ven a Corbyn como un radical trasnochado, cuyo cargo corre peligro si no mejora los 232 escaños y 30,2% de voto de los laboristas en 2015.

El duelo bipartidista dejó sin espacio al partido Liberal y a los eurófobos de UKip, que parecen condenados a un resultado mucho peor que hace dos años, cuando obtuvieron 7,9% y 12,6% de votos, respectivamente. (I)