El presidente argentino Mauricio Macri (foto) intentará sellar hoy una esperada reconciliación con el papa Francisco. Y aunque haya sonrisas de ambas partes, las aguas aún bajan turbias en su fría y distante  relación personal.

El mandatario argentino llegó ayer a Roma con el único objetivo de acallar las voces cada vez más fuertes de un contrapunto personal con el Pontífice argentino que jamás llamó a la Casa Rosada para felicitarlo por su triunfo en las elecciones.

En los pasillos de la sede de gobierno y de la Nunciatura no se reconoce ninguna ruptura entre ambos, pero todos en el país austral saben que algo pasó. Francisco se reunió 5 veces con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner desde su asunción al pontificado en marzo de 2013 y no tuvo siquiera un diálogo telefónico con Macri desde que asumió la presidencia el 10 de diciembre.

“El Papa está molesto”, escribió el diario Perfil, férreo opositor al anterior gobierno kirchnerista. “Francisco le declaró una silenciosa guerra fría a Macri”, añadió. ¿Los motivos? Son variados. Cuentan en ámbitos eclesiásticos que Francisco está preocupado por el sesgo que va tomando el gobierno macrista con políticas de ajuste –que incluye despidos masivos- y la aprobación de un protocolo contra protestas callejeras que prevé represión policial después de 5 minutos de negociaciones en caso de registrarse cortes de calles.

El gesto más comentado del Papa fue el envío de un rosario por él bendecido a la dirigente social Milagro Sala, detenida hace más de un mes en la provincia de Jujuy, norte del país. En un primer momento fue arrestada por participar en una protesta popular frente a la sede del gobierno provincial de la alianza oficialista Cambiemos. Luego sumaron acusaciones de fraude y asociación ilícita. (I)

El tema del aborto marcó más distancia

En la historia de desencuentros entre Mauricio Macri y el Papa -según el diario Perfil-, el mandatario nunca mostró  interés por Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires y él jefe de gobierno de esa ciudad (2007-2015).

Fuentes eclesiásticas afirman que el Papa se disgustó con Macri porque su partido PRO colocó el tema del aborto en campaña y se mostró a favor de esta práctica. Macri debió aclarar que no estaba de acuerdo con esta postura. (I)