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Macri despide a titular de Indec para apurar índices

El presidente argentino Mauricio Macri (der.) recibe la visita oficial del primer ministro italiano Matteo Renzi.
El presidente argentino Mauricio Macri (der.) recibe la visita oficial del primer ministro italiano Matteo Renzi.
Foto: AFP
17 de febrero de 2016 - 00:00 - Marcelo Izquierdo

El gobierno derechista del presidente Mauricio Macri se enredó en una grave crisis interna en su afán por presentar lo antes posible estadísticas de inflación y pobreza. En una decisión cuanto menos polémica, echó a la directora técnica del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Graciela Bevacqua, una funcionaria considerada hasta hace unos días el mayor símbolo de la “recuperación” de este organismo que sufrió un gran descrédito durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Bevacqua, virtualmente la número 2 del Indec, había sido reincorporada en su cargo en diciembre pasado tras  ser despedida en 2007 en medio de un fuerte enfrentamiento con las anteriores autoridades por prácticas que -según denunció- tendían a manipular las estadísticas oficiales. El Indec cayó desde entonces en la desconfianza y de hecho comenzó a medir índices de inflación oficial muy por debajo del 20% anual cuando el gobierno kirchnerista homologaba aumentos salariales en negociaciones ‘paritarias’ (gremios-patronales) por encima del 30%. La manipulación de estadísticas fue uno de los puntos más críticos de la anterior administración.

Macri prometió revertir este proceso y dar confiabilidad a las estadísticas oficiales. Su primera medida fue reincorporar a Bevacqua y a su equipo en sus funciones, prometiendo una nueva era en el organismo. Pero el plan duró poco, apenas 2 meses. ¿La razón? El impacto político de una inflación desatada. “Más que un apriete, no cumplí con las expectativas de los tiempos políticos. He cumplido con la estadística pública”, dijo la funcionaria despedida.

Bevacqua fue echada de su cargo el lunes pasado. No estaba dispuesta a apurar la publicación de un nuevo índice de precios al consumidor en medio de fuertes presiones del ala política del gobierno de Macri ante la escalada inflacionaria y las críticas de la oposición. Mientras Bevacqua afirmaba que necesitaba de al menos 8 meses para anunciar un índice que respetara los estándares internacionales, el titular del Indec, Jorge Todesca, ponía el grito en el cielo y apuraba los plazos a 2 meses.  De hecho, prometió ya un índice para el segundo trimestre del año.

Según Todesca,  el procedimiento de Bevacqua –a quien el macrismo consideraba poco menos que una heroína por su oposición al kirchnerismo- “fue absolutamente inadecuado”. Además, sin mencionarla,  cuestionó a “alguna gente que se confundió” y la acusó de estar “en una torre de marfil”. El escándalo –el primero que engloba al gobierno de Macri-  amenaza con llevarse puesto a todos los directores que responden a Bevacqua desplazados por el kirchnerismo y reincorporados en diciembre. En total se irían 22 funcionarios.

“Con su desplazamiento –escribió el conservador diario La Nación-, el actual Indec retorna al mismo lugar del que el gobierno buscaba correrlo: el escándalo y la polémica”.

Bevacqua sugirió que fue abandonada por Macri. Consultada sobre este segundo despido y su comparación con el primero, dijo:  “Son cosas distintas, pero parecidas”. El ex secretario de Comercio kirchnerista Guillermo “Moreno tenía un objetivo claro y siempre lo dijo de frente y me apretó de frente. Y no era Moreno, a mí me echó (el expresidente Néstor) Kirchner. En este caso, solo me desplazó Todesca”, el hombre de Macri en el Indec.

El despido de Bevacqua abre un enorme interrogante en torno a la credibilidad de las estadísticas en momentos en que la inflación se extiende a todos los productos de la canasta básica de alimentos con alzas de más del 40% en carnes, lácteos y el pan. Además este mes entró en vigencia un tarifazo en las boletas de luz de hasta el 700%.

Si bien no hay índices oficiales, el Congreso –que solía anunciar durante el kirchnerismo su propia medición inflacionaria- ubicó el aumento de precios de enero en 3,6%. La ciudad de Buenos Aires –gobernada por el macrismo- la subió a 4,1% y la provincia de San Luis (en el centro del país bajo gobierno peronista no kirchnerista) el índice de enero fue del 6,5%.

El gobierno de Macri soporta estos días una enorme presión gremial –en especial de las bases- porque la inflación se desató tras la devaluación del peso del orden del 40% en relación al dólar. El salario ha perdido gran poder de compra y las quejas comienzan a horadar el respaldo con que contaba el presidente al asumir el cargo.

La importancia de conocer el índice inflacionario radica en que ya comenzaron las ‘paritarias’ docentes (negociaciones salariales entre gremios y patronales, en este caso el Estado) y en marzo le seguirán los demás gremios. El gobierno presiona para un techo de aumentos de 25%, afirmando que la inflación girará en torno a ese número, pero consultoras económicas ya ubican el índice anual entre 35% y 38%. De hecho los docentes rechazaron un aumento del 26% y amenazan con no iniciar el ciclo lectivo que en el país austral está previsto para fines de este mes. (I)

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