Nuevas denuncias por abusos sexuales cometidos hace 40 años en el colegio Cardenal Newman de Buenos Aires, donde estudió el presidente Mauricio Macri, se difundieron el martes en la prensa local a raíz de una investigación iniciada en Irlanda.

El primero en romper el silencio fue el exalumno Rufino Varela, casado y con dos hijos. En diciembre de 2016 le dijo al diario La Nación que había sido víctima de pedofilia a manos de un capellán irlandés.

Alberto Olivero, director de la institución, ordenó en aquel momento formar una comisión para escuchar y contener a las víctimas. Hubo cinco denuncias más y se sospecha que hay otros 20 casos.

"Sean cinco o sean 20, es un horror", dijo Olivero. La prensa local se hizo eco de una información conocida en Dublín, según la cual la Policía de Irlanda abrió una investigación.

La investigación fue revelada por la Oficina de Servicios de Protección de la Guardia Cívica (GNPSB, sigla en inglés) que apunta a la congregación Christian Brothers.

Varela había declarado en diciembre que sufrió primero una violación de un hombre que era un empleado de su familia. Corría el año 1977 y tenía 12 años.

El niño ocultó el hecho a sus padres, pero intentó pedirle ayuda espiritual en la escuela a un capellán irlandés, a quien se lo conocía en Argentina como padre Alfredo.

La reacción del religioso fue llevarlo a su habitación, azotarlo y abusar sexualmente de él, según el testimonio de la víctima.

El cura fue apartado de la escuela en 1981 y trasladado a una vicaría provincial. Murió en 1997 a los 88 años. Olivero pidió disculpas en diciembre por los hechos denunciados.

En el Colegio Cardenal Newman se cursan estudios primarios y de nivel medio. (I)