Una cadena de atentados en varias ciudades de Irak dejó este martes al menos 42 muertos y decenas de heridos, informaron fuentes policiales.

Los ataques en su mayoría fueron perpetrados con coches bombas conducidos por terroristas suicidas. El más  mortífero de ellos tuvo lugar en la localidad santa chiita de Kerbala, cuando dos vehículos hicieron explosión de forma consecutiva, cerca de una comisaría, lo que causó 13 muertos y 38 heridos.

En tanto que en la capital, Bagdad, al menos 11 fueron las víctimas mortales y 37 los heridos, debido a ataques cerca del Ministerio de Relaciones Exteriores y contra una iglesia.

Mientras que en la localidad de Kirkuk murieron 11 personas, entre ellas diez agentes de seguridad, y otras 52 resultaron lesionadas por el estallido de dos vehículos cargados con explosivos.

Otras ciudades golpeadas por la violencia fueron: Mosul (norte) Ramadi (oeste), Al Hila (centro), Baji, Duluiya (centro) y cerca Tikrit.

Los atentados tuvieron lugar el día del 9º aniversario de la invasión norteamericana de Irak y a una semana de la cumbre de la Liga Árabe prevista en Bagdad. Ello pese a las estrictas medidas de seguridad impuestas en el país.

El gobierno iraquí había advertido días pasados que Al Qaeda y los partidarios del ex presidente Sadam Hussein iban a intentar "sembrar el caos".

Irak vive un repunte de la violencia desde la retirada de las tropas estadounidenses, el 18 de diciembre pasado, y la emisión, un día después, de una orden de arresto contra el vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, por supuestos delitos de terrorismo.

Esa orden de detención ha desencadenado una profunda crisis política, agravada por los numerosos atentados perpetrados contra objetivos chiíes y contra los cuerpos de seguridad.