Unos 3.000 indígenas purépechas vivieron hoy con gran fervor la representación del víacrucis de Jesucristo en la isla de Janitzio en el estado de Michoacán, suroeste de México, informaron los organizadores.

Vestidos con atuendos típicos diseñados especialmente para este Viernes Santo, los indígenas presenciaron el víacrucis (camino de la cruz) para recordar la pasión y muerte de Jesucristo, una tradición que celebra hace más de medio siglo en este poblado, ubicado en una isla en medio del lago de Pátzcuaro, explicó a Efe, Antonio Guzmán uno de los organizadores y líder religioso.

"Esta es una tradición que viene de nuestros ancestros que llegaron a la isla y que se ha trasmitido de generación en generación para que no se olvide el fervor religioso en la comunidad", afirmó Guzmán.

Los indígenas en su mayoría hablantes de la lengua purépecha, recorrieron por varias horas las angostas callejuelas para entonar cánticos y oraciones en medio del aromático humo de copal, una resina vegetal que los antiguos aztecas utilizaban para acompañar sus ritos religiosos.

En el acto, un hombre representa a Jesús cargando la cruz, mientras que varias mujeres con la cabeza cubierta cargan la imagen de la virgen María ataviada con trajes típicos, en tanto que los hombres llevan por las calles la imagen del nazareno.

Los actos de la Semana Santa en Janitzio atraen a cientos de turistas debido a que en ellos se muestran costumbres católicas junto con tradiciones indígenas de una comunidad que se jacta de ser una de las más puras de México, aseguró Mario Morales, jefe de la comunidad con más de 5.000 habitantes.

Después del viacrucis, por la tarde se lleva a cabo la "procesión del silencio" en la que la población recorre las calles vestida de negro y con antorchas en la mano en señal de luto por la muerte de Jesucristo.