En marzo sucederá a Aníbal Cavaco Silva
Rebelo promete gobernar Portugal sin "discriminación"
Lisboa/Portugal.-
Dos meses después de la llegada al poder de un gobierno socialista, apuntalado por una alianza con todos los partidos de izquierda, los portugueses se decantaron por el otro extremo político al elegir al conservador Marcelo Rebelo de Sousa como presidente de la república.
El exprofesor de derecho y excomentarista estrella de la televisión obtuvo el 53% de los votos y superó al independiente de izquierda, Antonio Sampaio da Novoa, que alcanzó el 22,01% de los sufragios. Marisa Matias, candidata del Bloque de Izquierda, formación cercana a Syriza y Podemos, fue la sorpresa de la jornada electoral al ubicarse en el tercer lugar, con 10% de los votos, por delante de la exministra socialista Maria de Belem Roseira, que obtuvo el 4,27%, y el candidato comunista Edgar Silva, que arañó el 3,87%.
La victoria de Rebelo de Sousa confirma que el país combinará un gobierno abiertamente antiajuste, encarnado en el líder del Partido Socialista luso y primer ministro, Antonio Costa -quien dirige la coalición de izquierda formada por el Bloque de Izquierda, el Partido Comunista Portugués y los Verdes-, y un mandatario conservador y más cercano a las políticas de Bruselas.
Rebelo de Sousa prometió dialogar con la coalición de izquierda y dijo que será presidente de todos los portugueses, sin discriminaciones. “No hay vencidos en estas elecciones presidenciales, en las que fue el pueblo el que me honró con su apoyo”, afirmó el dirigente conservador en su primer discurso tras conocer su triunfo y ante decenas de simpatizantes en la facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa.
El expresidente del Partido Socialdemócrata, de centroderecha, sucederá así en marzo a otro conservador, Aníbal Cavaco Silva, quien a sus 76 años finalizará su segundo quinquenio consecutivo, el límite que permite la Constitución portuguesa.
Rebelo de Sousa ganó los comicios en parte por su popularidad labrada como estrella del comentario político. De las personas más influyentes en 40 años de democracia en Portugal, este hombre, de 67 años, alcanzó la presidencia después de dejar escapar la posibilidad de ser primer ministro a fines de los años 1990. “Personalidad ambigua y contradictoria que vivió en el centro de la vida política portuguesa desde que nació, Rebelo de Sousa es el mejor ejemplo del poder mediático en Portugal”, resumió su biógrafo Vitor Matos.
El nuevo presidente llegó a la elección con el apoyo oficial de las dos formaciones de derecha, el Partido Social Demócrata (PSD) y el Centro Democrático Social (CDS), aunque tomó distancias de las dos fuerzas asociadas a las impopulares políticas de ajuste de la anterior legislatura. “No seré el presidente de ningún partido”, prometió el especialista en derecho constitucional. Aparte del color político, Rebelo de Sousa no se parece en nada al saliente Cavaco Silva, dirigente conservador, de aspecto rígido, que nunca escondió sus reticencias a nombrar un gobierno socialista apoyado en el Parlamento por varios partidos de izquierda.
Al contrario que Cavaco Silva, el ‘profesor Marcelo’ se mostró conciliador con el gobierno de izquierda dirigido por Costa, su exalumno en la facultad de Derecho de Lisboa. (I)