La visita de Obama a Argentina es una 'provocación' para las Madres de Plaza de Mayo
¿Casualidad o provocación premeditada? El presidente estadounidense, Barack Obama, estará en Argentina el mismo día en que se cumplirán 40 años del golpe militar del 24 de marzo de 1976 que dio inicio -con el explícito respaldo de Washington- a la dictadura más sangrienta del Cono Sur. Nora Cortiñas, una de las máximas referentes de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, no tiene dudas: “Es una provocación”.
“Me duele que sea una provocación, un producto de la altanería de (el presidente Mauricio) Macri de querer demostrar que el pasado terminó cuando todavía no sabemos qué pasó con nuestros hijos y nietos desaparecidos. Todavía nos cuesta remar para conseguir justicia”, dijo Cortiñas a EL TELÉGRAFO.
Tampoco es casualidad que Obama haya elegido a Argentina como el único país que visitará en Sudamérica tras su histórico viaje a Cuba, el 21 y 22 de marzo. En Buenos Aires, donde estará los días 23 y 24, le brindará todo el respaldo político al viraje económico e ideológico impuesto en materia de relaciones exteriores por el gobierno de Macri en poco más de dos meses de gestión.
Un comunicado de la Casa Blanca señaló que “Obama y su familia se reunirán con el nuevo presidente para conversar sobre la agenda de reformas de Macri y reconocer su defensa de los derechos humanos en la región”.
La gran duda que surge ahora es si el 24 de marzo la histórica plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de gobierno, estará cerrada al público ante las fuertes medidas de seguridad que acompañan a Obama en cada visita al exterior. Y es que ese día los organismos de derechos humanos planean colmar el histórico paseo para conmemorar a las víctimas del régimen militar. “Voy a ir a la Plaza de Mayo”, con o sin Obama, desafió Cortiñas.
Ella no es la única histórica luchadora que puso el grito en el cielo, no por la visita en sí de un presidente estadounidense, sino por la fecha elegida. Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo -la otra vertiente en que están divididas las Madres- dijo que Macri invitó a Obama para el 24 de marzo para no dejarles hacer la marcha. “Pongámonos en alerta”.
Bonafini, que se ha convertido en una de las más acérrimas opositoras al gobierno neoliberal de Macri, dijo: “El otro (Obama) viene a ver si cumple con lo que le pidió, él es un sirviente de ellos”.
Sin embargo, prometió “llenar la plaza, cueste lo que cueste” el 24 de marzo. “Aunque nos peguen”, aseveró. Bonafini dijo que Macri representa la dictadura por medio de los votos.
El gobierno de Macri dio un vuelco, no solo en materia económica con un plan de ajuste que incluye alta inflación, despidos masivos y tarifazos, sino también en política exterior. Argentina se ha alineado con Washington y puso su mira en el bloque del Pacífico, mientras que en la región ha llevado la voz cantante de las denuncias contra el gobierno de Nicolás Maduro, del que llegó a esgrimir su suspensión del Mercosur.
Cortiñas recordó la intervención de Estados Unidos en las dictaduras de América Latina, especialmente en el Cono Sur, programadas por Henry Kissinger en una visita en los años 70. “La visita de Obama, prevista el 24 de marzo, es una provocación al propio pueblo argentino por ese terrorismo desatado con la desaparición de miles de personas y una metodología que los militares aprendieron en la Escuela de las Américas”.
“Aquí hubo más de 600 campos de torturas, organizados y apoyados por Estados Unidos. Aunque hubo excepciones, como las de Jimmy Carter, pero fueron casos aislados”, apuntó. Cortiñas vaticinó que seguirán adelante la organización de actos y marchas con vistas al 40 aniversario del golpe. “Se están preparando marchas y expresiones de repudio a la dictadura. Nosotros vamos a trabajar para ir todos juntos a la Plaza de Mayo. Hay diferencias (entre las Madres y distintos organismos), pero no nos separarán como argentinos”.
“Voy a ir a Plaza de Mayo. Ojalá que no se les ocurra cerrarla. Macri puede tener errores, equivocaciones, pero ese sería un error insalvable. A tanto no puede llegar”, concluyó Cortiñas.
En la última tradicional marcha semanal de los jueves de las Madres en Plaza de Mayo, la Policía impidió el ingreso de una camioneta de militantes sociales que, desde hace cuatro años, entra al histórico paseo para acompañar el acto público donde suele hablar Bonafini.
Después de una fuerte tensión, la Policía cedió y hasta pidió disculpas. “Si nos quieren pegar, que nos peguen; si quieren meternos presas, que lo hagan, pero nadie va a sacarnos de la Plaza”, advirtió Bonafini. (I)