El presidente Mauricio Macri repatrió los dineros que tenía en el extranjero, recién declarados, y los "blanqueó" comprando bonos de deuda argentina que su propio Gobierno emitió, reporta hoy el diario La Nación.

Lo que era un rumor, asesores del mandatario se lo confirmaron a ese periódico y explicaron que se trata de los  $1'304.000 (18 millones de pesos) que tenía en una cuenta en Bahamas.

Macri declaró en mayo al fisco la tenencia de ese depósito solo días antes de anunciar un proyecto de beneficios a jubilados que se financiaría, precisamente, mediante el "blanqueo" de capitales que los argentinos tengan en el extranjero.

Eso fue visto como una maniobra para poder "limpiar" el dinero que se le conoció en una cuenta en Bahamas luego de destaparse el escándalo de los Panama Papers, y que también lo pudieran hacer otros funcionarios de su administración.

Según lo publicado por La Nación, Macri compró "Letras del Tesoro argentino" como las que el Gobierno ofreció para endeudarse en los mercados internacionales.

Entre otros que ahora admitieron que tenían dineros en cuentas en el extranjero están los ministros de Energía, Juan José Aranguren; de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; la canciller Susana Malcorra, y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.

Ayer, el titular del Banco Nación, Carlos Melconian, defendió tener el 85% de sus ahorros en el exterior, "como todos, como muchos de los argentinos", se excusó.

La aparición de la cuenta en las Bahamas -señala el diario- coincidió además con el envío al Congreso del megaproyecto que incluye el blanqueo de capitales radicados en el exterior como modo de afrontar el pago de sentencias a más de dos millones de jubilados.

Ese anteproyecto está siendo debatido en la Cámara de Diputados, y aún sin estar aprobado ya el Presidente "blanqueó" su dinero, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo que "los funcionarios deben ser los primeros en tener el gesto" de traer sus dólares del exterior.

Se estima que argentinos tengan ocultos para evadir el pago de impuestos en cuentas en el exterior más de $ 202.000 millones, una de las fugas de capitales por país más grande del mundo. (I)