Después de un intenso cruce de acusaciones a través de los medios de comunicación, el presidente Mauricio Macri recibió durante una hora a Marcelo Tinelli (foto), el conductor más popular de la televisión argentina en la residencia presidencial de Olivos. Ambos se mostraron sonrientes frente a las cámaras, a pesar del malestar que se instaló entre ambos en el último tramo de la campaña electoral y que escaló en los últimos días.

Los últimos roces comenzaron cuando el empresario y hombre fuerte de la TV local denunció hace una semana que un batallón de trolls contratados por el Gobierno montaron una campaña viral en Twitter para perjudicarlo con el hashtag #TinelliMercenarioK. Desde la Casa de Gobierno trataron de suavizar la denuncia, pero Macri se encargó de instalar de nuevo el tema cuando le dijo a un periodista de La Nación en una entrevista: “Tinelli me satiriza de mala manera ante 3 millones de personas y se ofende porque lo critican 30.000 tuiteros. Es increíble que se ofenda”.

Showmatch, el programa que conduce Tinelli y que suma buen rating, contiene un segmento que se llama ‘Gran cuñado’ en el que se presentan imitadores de los principales dirigentes políticos del país, entre ellos Macri, la expresidenta Cristina Fernández, el peronista disidente Sergio Massa, entre otros. Esta imitación no le agrada a Macri, al punto de haber hecho pública su incomodidad.  

Es la segunda vez que el conductor de Showmatch visita la Quinta de Olivos para mantener un encuentro privado con el jefe de Estado. La primera vez fue el 29 de marzo pasado cuando el nombre de Tinelli era uno de los que más sonaba para presidir la AFA. Entonces, el titular de Boca y hombre de confianza de Macri, Daniel Angelici, era uno de los que obstaculizaba las aspiraciones dirigenciales del animador.

Muchos creen que Tinelli fue a negociar con Macri la manera de volver a tener alguna influencia en la dirección del fútbol argentino. Hasta ahora, desde el Gobierno desmintieron haber accionado para que el conductor pierda poder en la AFA y en la Superliga y le atribuyen el desgaste a la mala relación de Tinelli con otros dirigentes del fútbol local.

El martes, antes de que se confirmara la reunión entre ambos, el jefe de gabinete, Marcos Peña, aseguró: “No tenemos ningún problema con Tinelli ni con el humor político”.
El conductor, por su parte, retuiteó un artículo con las palabras del ministro en señal de acercamiento. Horas antes, Guillermo Riera -a cargo de las redes sociales del Gobierno- se había comunicado con Tinelli para desmentir la existencia de una campaña de trolls del Gobierno en su contra.

Ese acercamiento se tradujo en el encuentro que se realizó en la Quinta de Olivos, donde bromearon y se animaron a cambiar sus caras utilizando la popular aplicación Snapchat. “Hubo muy buena onda”, contaron testigos. Si Macri y Tinelli sellaron un acuerdo se verá reflejado en la pantalla. (I)