Expertos afirman que el déficit acelera la necesidad de financiamiento externo
Macri endeuda a Argentina con $ 77.000 millones
En solo un año y dos meses, Argentina se endeudó en $ 77.000 millones. O lo que es igual pero dicho de otro modo, en un 15% de su Producto Bruto Interno (PIB). La cifra fue estimada por el Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Umet).
Pero hay algo más preocupante: el ritmo de endeudamiento se viene acelerando desde inicios de año con un festival de bonos. En el primer bimestre de 2017 se colocaron $ 25.000 millones, un monto elevadísimo que representa casi la mitad de la deuda acumulada el año anterior.
“La magnitud de la deuda acumulada este año sorprende. El incremento de la emisión de bonos responde en parte a que el gobierno no estaba preparado para enfrentar las nuevas condiciones del mercado internacional. Pero también a que este año no solo deberá cubrir el déficit fiscal. Con la apertura comercial indiscriminada, que fomenta en forma irracional las importaciones, se profundizarán los desequilibrios de la cuenta corriente y se requiere de más deuda para cubrir también ese bache. El déficit gemelo acelera las necesidades de financiamiento externo”, asegura a Página/12 Arnaldo Bocco, director del Observatorio de Deuda Externa de la Umet.
Pero, ¿cómo se llega al número de $ 25.000 millones en solo 60 días? El gobierno obtuvo préstamos por $ 13.000 millones en los mercados internacionales. Además se colocaron Letras del Tesoro (Letes) por $ 4.886 millones en la plaza local y títulos en pesos equivalentes a $ 2.268 millones. A su vez, las provincias colocaron $ 2.050 millones y las empresas $ 1.937 millones. El total alcanza $ 24.141 millones en dos meses. Todo un récord.
Sin embargo, este ingreso masivo de dólares no logró detener el proceso inverso, el de fuga de capitales, según afirma el experto. “La demanda de dólares sigue en aumento, lo cual no solo es abastecido a través del mercado de cambios, sino también a través de la emisión de Letras del Tesoro, que subsidia la compra especulativa de dólares por medio del crecimiento de la deuda”, agrega.
Y prosigue: “si sumamos solo la fuga de enero, que alcanzó $ 3.196 millones y las emisiones de Letes de enero y febrero de 2017 $ 4.886 millones, la salida de dólares para atesoramiento, giro de utilidades, turismo e intereses alcanzó $ 8.082 millones”.
Pero, ¿se pueden sostener estos niveles de toma de deuda? Bocco responde: “No se pueden prolongar de forma indefinida, más aún con los desequilibrios que se observan en las principales cuentas macroeconómicas”.
Esta compleja situación deriva en que los asesores le recomiendan al gobierno abrir las puertas, otra vez, al Fondo Monetario Internacional (FMI). “Pero no por la ventanilla tradicional de préstamos –dice Bocco-, sino que deje la posibilidad abierta para obtener créditos a través del capítulo de la deuda en mora”.
“Esta es una ventanilla especial que tiene el Fondo a la que acuden países con dificultades para convencimientos con acreedores privados. Significa que ya empiezan a aparecer los inversores preocupados por la posibilidad de que la deuda local se torne impagable”, sostiene.
Pero hay otros datos que encendieron una luz de alarma en el corto plazo: según el Observatorio de Deuda Externa de la Umet, desde diciembre del 2015 la fuga de capitales asciende a $ 25.595 millones, el 5% del PIB.
“Considerando de que hubo emisiones en moneda extranjera por alrededor de $ 70.000 millones a partir de diciembre del 2015 y las reservas internacionales subieron $21.000 millones (hoy están en torno a los $ 50.000 millones, ndr) resulta evidente que el crecimiento exponencial de la deuda de estos últimos meses ha seguido financiando de manera contundente una creciente fuga de capitales”, concluyó el informe de la Umet.
Pero, ¿a cuánto asciende la deuda total argentina? Los números varían según las fuentes, aunque gira en torno a $ 240.000 millones. (I)