El presidente argentino, Mauricio Macri, realizó un inusual “mea culpa” reconociendo errores de su gestión que precipitaron una crisis cambiaria y un fuerte rebrote inflacionario, en el marco de un ajuste pautado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Con un claro cambio de estrategia  e imagen política, cuya campaña está a cargo del ecuatoriano Jaime Durán Barba, el mandatario eligió un acto oficial por el 202 aniversario de la independencia para admitir que algo no funcionó bien en el plan de gobierno. “Estamos pasando una tormenta fruto de muchas circunstancias. Entre ellas hay temas de nuestra propia gestión, de los mercados externos y de las políticas tomadas por gobiernos anteriores”, dijo Macri en Tucumán, norte del país. Sin embargo, no precisó cuáles fueron esos errores.

Es la primera vez en dos años y medio de mandato que el presidente reconoce abiertamente su responsabilidad en el agravamiento de una crisis que comenzó en el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuya administración solía ser el centro de los cuestionamientos oficiales sobre la situación del país, empezando por graves casos de corrupción. 

La crisis que vive el país austral obligó incluso a cancelar el desfile militar por los festejos del 9 de julio, día de la independencia nacional, ante un creciente malestar en las Fuerzas Armadas por el aumento salarial para el sector del 8% anunciado por el gobierno, según el diario conservador La Nación. Oficialmente la medida se tomó por razones presupuestarias.

Macri proyectaba una inflación anual de 17% para este año, pero la fuerte devaluación de la moneda ante el dólar (pasó de 19 pesos en diciembre a los 28 actuales) hizo añicos las estimaciones oficiales y economistas calculan que el índice oscilará entre 25 y 30 por ciento.

El gobierno recorrió a un préstamo de $ 50.000 millones para frenar la corrida cambiaria y anunció un fuerte recorte en el gasto público que incluyó por ejemplo 354 despidos en la agencia de noticias estatal Telam sobre una planta de poco más de 850 trabajadores.

En su discurso, el presidente ratificó el rumbo de su gobierno y convocó a gobernadores, empresarios, sindicalistas y movimientos sociales a trabajar "hombro con hombro", aunque enfatizó que comparte "las angustias del momento".

“Estoy seguro de que  vamos a llegar al país en que todos los argentinos vamos a poder realizarnos.  Es importante entender que pueden variar los factores, pero el rumbo del barco está claro, sigue siendo el mismo", enfatizó.

Macri afirmó que  "este no es el momento de oportunismos y demagogias. Superemos la tendencia de algunos de ver que las cosas pueden salir mal. Tanto mejor ser optimistas, con un futuro que ya está empezando a surgir. Es momento de trabajar juntos, hombro con hombro, para salir de las crisis recurrentes que nos afectaron durante años", sostuvo.

Paralelamente al acto oficial, miles de argentinos se movilizaron en la céntrico avenida 9 de Julio, ante el tradicional Obelisco de Buenos Aires, en contra del acuerdo con el FMI. (I)