Mauricio Macri, un liberal de derecha que prometió una batería de medidas económicas tan pronto asumiera la presidencia de Argentina, incluido levantar el cepo cambiario, priorizaba ayer gestos políticos que refuerzan el diálogo y el acuerdo nacional para reactivar una economía estancada.

“El ingeniero”, como se refieren a Macri en todas las esferas, empezó su jornada de ayer inaugurando una obra vial en las afueras de Buenos Aires; mantuvo una reunión con Daniel Scioli, excandidato del kirchnerismo a quien venció por poco margen el 22 de noviembre (51,33% contra 48,66%); y luego asistió a una ceremonia interreligiosa en la Catedral.

“Gracias por la predisposición para trabajar a partir de las coincidencias”, escribió Macri en su cuenta de Twitter acompañada de una foto con su excompetidor político en la Casa Rosada.

Por su parte Scioli, el primero de los 4 excandidatos a la presidencia en reunirse ayer con Macri, apuntó que “están dadas las condiciones para abrir un debate sobre la coparticipación”.

“Hay que dar muestra de madurez, de convivencia, pensando en la patria”, recalcó el exgobernador de la provincia de Buenos Aires al indicar que le pidió incluir en su plan de gobierno algunas ideas que formaron parte de su plataforma de campaña.

El mandatario había prometido durante su campaña levantar ayer, 11 de diciembre, el control cambiario para ajustar el valor real del peso frente al dólar y luego controlaría la inflación, que pisa el 30%. Sin embargo, no hay señales de medidas drásticas en lo inmediato.

Gobierno empieza a poner en marcha plan económico

El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, aseguró que la situación económica “no es crítica, pero tenemos una herencia compleja”, al salir del tedeum tradicional el día después de que Macri jurara como sucesor de Cristina Kirchner. Prat Gay reiteró que las restricciones cambiarias se levantarán “lo más rápido posible, con responsabilidad”.

En este contexto los medios locales informaron que Macri recibió ayer dos buenas noticias que le permitirán concretar pronto su promesa electoral de abrir el cepo cambiario. La primera: bancos del exterior acordaron acercar al menos $ 7.000 millones en créditos de corto plazo al Banco Central. La segunda: las empresas de cerealeras aportarán otros $ 5.000 millones apenas reciban mejoras de retenciones y tipo de cambio.

Las divisas, más colocaciones de deuda de las provincias (unos $ 2.000 millones) y la conversión a dólares del swap chino que ya se contabiliza como reservas ($ 10.000 millones, según los cálculos oficiales descontada la tasa), permitirán contar con alrededor de $ 25.000 millones líquidos en el Banco Central, vitales para eliminar el cepo. Así lo aseguraron al diario El Cronista tres fuentes del nuevo Gobierno al tanto de las gestiones. Una alta fuente oficial confirmó que con al menos $ 20.000 millones líquidos en las reservas tendrán margen de maniobra para hacerlo.

Versiones de prensa indican que el crédito que acercará un pool de bancos es casi un hecho. Entidades financieras del exterior se reunieron días atrás en Nueva York con Luis Caputo, el nuevo secretario de Finanzas del ministro de Economía, Alfonso Prat Gay.

Voceros del nuevo titular de Hacienda confirmaron las reuniones y las calificaron de muy buenas, pero afirmaron que todavía no hay nada que anunciar. Según El Cronista, existe el compromiso de los bancos de aportar hasta $ 9.800 millones, a los que habría que descontar una comisión de entre 1% y 2%. Pero confiaron que hay al menos $ 7.000 millones ya asegurados. Indican que serán créditos de corto plazo (un año o menos), que permitirán conseguir dinero de organismos multilaterales y mediante la emisión de bonos. (I)

¿Qué es el cepo?

Esta medida fue decidida en noviembre de 2011 por el incremento de una fuga de capitales en un contexto internacional desfavorable. En concreto, consiste en una serie de medidas oficiales restrictivas que traban las transacciones en moneda estadounidense.

En el país austral, para comprar dólares ahorro o para viajes al exterior, se debe pedir autorización al organismo tributario y demostrar que tienen fondos suficientes y declarados ante el fisco. Incluso quienes usan tarjetas de crédito en el exterior sufren una retención impositiva del 35% en todas sus compras.

La idea de Macri es desmontar el control cambiario, al menos para la compra y venta de divisas minoristas. Se teme que con esta medida el dólar llegue a 15 o 20 pesos. Ahora el cambio es de 9,6 pesos por 1 dólar.