El ministro de Defensa de Perú, Alberto Otárola, afirmó este lunes que las fuerzas de seguridad han iniciado una "lucha sin cuartel y sin punto de retorno" contra los remanentes terroristas que se desplazan por el sur del país.

"Y eso significa que no nos vamos a retirar de las zonas en las que ya estamos. Las fuerzas del orden han ido allá para instalarse para siempre", señaló Otárola en declaraciones citadas por la agencia oficial Andina.

El ministro dijo que el Gobierno ha decidido implementar una estrategia de comando unificado (entre militares y policías) para erradicar al terrorismo vinculado con el narcotráfico de la zona selvática del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae).

"La estrategia de comando unificado, que tuvo sus frutos en la captura del cabecilla terrorista Artemio (en el Alto Huallaga), es la que se ha llevado al Vrae", indicó.

Otárola indicó que, además del aspecto militar, la estrategia contempla implementar una mayor presencia de las instituciones y los programas sociales y productivos del Estado en la zona.

Enfatizó que el Gobierno del presidente Ollanta Humala "no va a permitir" que el "narco-terrorismo" siga en la zona del Vrae durante muchos años más.

Las fuerzas de seguridad han desplegado un gran operativo en el Vrae para intentar encontrar a dos policías desaparecidos el fin de semana, durante las operaciones contra un grupo armado que había secuestrado a 36 trabajadores de empresas vinculadas al consorcio que maneja el yacimiento de gas de Camisea.

Los trabajadores fueron liberados el sábado pasado por sus captores, en medio de enfrentamientos con las fuerzas especiales, que dejaron, además de los dos desaparecidos, cuatro militares muertos y diez heridos.

Al respecto, Otárola dijo hoy que la búsqueda de los dos policías desaparecidos es una "prioridad" y elogió las cualidades de los militares muertos en los últimos combates.

En la zona del Vrae se desplaza desde hace años un grupo remanente del grupo terrorista Sendero Luminoso, liderado por los hermanos Quispe Palomino, que, según las versiones oficiales, mantienen vínculos con los cárteles del narcotráfico.