Los yihadistas tomaron el control de la mayor presa de Irak, al norte de Mosul, lo que les permitirá controlar el aprovisionamiento de agua y electricidad de una amplia zona, anunciaron el viernes responsables.

"La presa de Mosul está en manos de los insurgentes desde ayer", declaró Holgard Hekmat, portavoz de las fuerzas kurdas peshmergas que controlaban hasta ahora la infraestructura.

El jefe del consejo provincial de Nínive (norte) confirmó esta información. La capital de esta región, Mosul, se encuentra en manos de los yihadistas desde el lanzamiento de su ofensiva a principios de junio.

"Se produjeron duros combates. Finalmente el EI se hizo con el control de la presa", declaró Bashar Kiki.

La presa del río Tigris, situada en la orilla sur del lago de Mosul a 50 kilómetros de la ciudad, abastece de agua y electricidad a la mayor parte de la región y es indispensable para el riego de extensas zonas de cultivo en la provincia de Nínive.

En 2007, responsables estadounidenses en Irak alertaron, en una carta al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que un fallo en la presa provocaría "inundaciones a lo largo del rio Tigris hasta Bagdad". En Mosul, provocaría "considerables pérdidas humanas y desperfectos", añadieron.

El EI utiliza las presas bajo su control como una arma. Los yihadistas ya inundaron este año importantes sectores en los alrededores de Faluya, al oeste de Bagdad.

Sin embargo, Mosul es la plaza fuerte de los insurgentes sunitas en Irak y su presa es importante para la economía del EI y para su voluntad de construir el "califato" proclamado a finales de junio.