Moscú y Kiev se acusan de no cumplir el acuerdo de Ginebra
Los rusoparlantes podrán obtener ciudadanía rusa
Moscú/ Kiev.- El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó ayer una reforma legal para simplificar los trámites por los que los rusoparlantes de los países que formaron parte de la Unión Soviética pueden obtener la nacionalidad rusa, así lo informó el Kremlin, según aseguran las agencias internacionales.
Mientras, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó ayer a Kiev para mostrar su respaldo a las autoridades ucranianas, cuando se han incrementado las tensiones después del ataque del domingo a un puesto de control de los separatistas prorrusos en Slaviansk, donde 4 personas murieron. El incidente hace peligrar el acuerdo firmado la semana pasada en Ginebra.
La reforma
Según recoge la agencia de información legal rusa RAPSI, la ley facilita el acceso a la ciudadanía rusa a aquellos que hablen ruso de forma fluida y que vivan o hayan vivido en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) o en el Imperio Ruso dentro de los límites de la Rusia moderna. Los ciudadanos extranjeros y apátridas serán invitados a una entrevista con una comisión especial sobre el estatus de los rusófonos. Para ser reconocidos como rusoparlantes, deberán hablar ruso tanto en el ámbito familiar como en público. También podrán ser susceptibles de realizar entrevistas personas cuyos antepasados vivan o hayan vivido en la antigua URSS o en el Imperio Ruso.
El Vicepresidente de EE.UU. está en Kiev para respaldar a las autoridades ucranianas.
48% de los habitantes de la región ucraniana de Donetsk es de nacionalidad o de ascendencia rusa.“Para facilitar el procedimiento de acceso a la ciudadanía de las personas arriba mencionadas, se les ofrecerán términos favorables de entrada a Rusia y permisos de permanencia ampliados, así como un procedimiento simplificado para recibir el permiso de residencia”, explica un documento aclaratorio de la norma.
Según la cadena de noticias Russia Today (RT), el presidente también firmó una ley que exigirá a los trabajadores migrantes, a excepción de los profesionales altamente cualificados, a superar exámenes de ruso. Asimismo, a la hora de solicitar la residencia fija, temporal o un permiso de trabajo, los extranjeros deberán presentar un certificado sobre el conocimiento de la lengua rusa, así como de la historia y las leyes de la Federación de Rusia. Estos cambios se producen después de la anexión por parte de Rusia el mes pasado de la península ucraniana de Crimea, a cuyos habitantes se ha concedido la ciudadanía rusa, y en medio de las tensiones en torno al sureste de Ucrania, donde residen principalmente los rusófonos de este país.
Biden llega a Kiev
Mientras, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó ayer a Kiev para respaldar a las autoridades ucranianas en su pulso con las milicias prorrusas del este de Ucrania.
Biden tiene previsto reunirse hoy con el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, y con el primer ministro, Arseni Yatseniuk, con los que abordará la inestable situación en el país. Además, estudiará los avances en materia de reforma constitucional y descentralización administrativa, 2 de las demandas de los prorrusos, y la reestructuración de la alicaída economía ucraniana.
Con respecto a los acuerdos de Ginebra, el Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió ayer a Moscú de las consecuencias si no cumple con lo acordado el pasado jueves en Ginebra, donde Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea aprobaron un documento para estabilizar la situación en el país.
El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya advirtió el mismo jueves de que no es posible ‘estar seguros’ de que Rusia cumplirá los términos del acuerdo y contribuirá a ‘restaurar el orden’ en el país vecino.
Sin embargo, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó a Ucrania de violar dicho acuerdo. “Se están dando pasos -sobre todo por aquellos que ocuparon el poder en Kiev- que no solo no cumplen, sino que son una violación grosera del acuerdo de Ginebra”, ha declarado Lavrov desde Moscú.
Para Lavrov, el tiroteo de Slaviansk muestra que las autoridades interinas ucranianas no quieren controlar a los que ha calificado de ‘extremistas’.
Además, el Ministro de Exteriores ruso indicó que el Gobierno de Kiev se queja de que no han sido desocupados los edificios administrativos, pero las autoridades ucranianas “no han movido un dedo para eliminar las causas de fondo de esta profunda crisis”.
Por su parte, el presidente interino ucraniano, Alexandr Turchínov, afirmó ayer que Putin se plantea la tarea de “destruir la Ucrania independiente”.
“Putin le tiene mucho miedo a Ucrania porque Ucrania es un ejemplo para muchos Estados postsoviéticos de que la gente puede decidir qué autoridades le gustan y cuáles no”, dijo Turchínov en unas declaraciones al canal estatal Ukraina.