Un migrante se quema a lo bonzo
Los refugiados huyen de ataques similares a los ocurridos en Europa
Las muestras de solidaridad tras la cadena de explosiones en Bruselas recorren el mundo. Muchas son las personas, conocidas o no, que expresaron su duelo por el nuevo episodio de violencia terrorista en Europa. Sin embargo, una de las imágenes que más impactó y de la cual se habló mucho en las redes sociales es la de un niño refugiado que mostraba su repulsa al atentado.
Su mensaje acoge mayor significado por el lugar en el que el fotógrafo Fedja Grulovic, de la agencia Reuters, captó la foto. Se trata de Idomeni, en la frontera de Grecia con Macedonia, donde miles de personas como este pequeño aguardan para poder ingresar a Europa.
La imagen no pasó inadvertida para muchos usuarios de Twitter. Entre ellos, Pablo Iglesias. El líder de Podemos publicó la imagen recordando que no se debe caer en la criminalización de los refugiados. “Huyen de lo mismo”, dijo.
Además, este niño no fue el único que expresó su pesar, ya que también apareció la instantánea de otro pequeño refugiado que se solidarizó con Bélgica.
Algunos usuarios escribieron en sus tuits que los refugiados que huyen de la violencia que sacude sus países (Siria, Irak y Afganistán) constantemente se solidarizan con Bruselas porque pueden entender el dolor y el miedo que vive la capital belga en estos momentos. Sin embargo, gran cantidad de internautas vertió su ira contra el conjunto de la comunidad musulmana en lugar de centrarse en los autores de la masacre. Estas personas popularizaron la etiqueta #StopIslam hasta convertirla en tendencia global en Twitter; echan la culpa de estos atentados a la afluencia de miles de inmigrantes a Europa.
Los refugiados, que huyen de las guerras y de los ataques terroristas en sus países, recorren kilómetros y arriesgan sus vidas para llegar a Europa, la mayoría a Alemania, porque les ofrece un futuro más seguro.
Amin Awad, coordinador de la ONU para Asuntos de Medio Oriente y Norte de África, criticó el “fracaso mundial” en recabar donaciones para ayudar a los refugiados. “Hacer generalizaciones y decir que los refugiados son todos un riesgo, eso es inexacto”, comentó el funcionario al hacer un llamado para que no responsabilicen por los atentados cometidos por grupos terroristas en Europa, como los ocurridos en París y Bruselas.
Más de 120.000 inmigrantes y refugiados llegaron a Europa en lo que va del año. Pero la situación es crítica para los 13.000 que están bloqueados en la isla griega Idomeni, según cifras oficiales. Los migrantes rehúsan marcharse pese al cierre de la frontera greco-macedonia desde el 7 de marzo y el acuerdo Unión Europea-Turquía.
Este acuerdo confirma el cierre de las fronteras de los países en la ruta de los Balcanes -hasta ahora tomada por los migrantes para llegar a Europa del norte-, y prevé la devolución de migrantes a Turquía, donde llegan por mar a las islas griegas, puerta de entrada en la UE.
Los refugiados en Idomeni se manifiestan a diario exigiendo la apertura de la frontera para proseguir viaje al norte del continente. Ayer uno de ellos se inmoló para que sus quejas sean escuchadas. Sus compañeros lograron sofocar las llamas y fue hospitalizado. El incidente enervó los ánimos; los refugiados dijeron estar determinados a continuar ocupando la línea férrea hasta que logren su objetivo y ayer muchos se concentraron en el lugar que ocurrió el suceso y se unieron a la protesta, relataron testigos en las redes sociales. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) criticó el acuerdo UE-Turquía para frenar la llegada de migrantes al estimar que los centros de registro en Grecia se convirtieron en “centros de detención”, y suspendió por ello parte de sus actividades en el país. (I)