Los rebeldes libios anuncian la muerte de Muamar Gadafi
El dictador Muamar el Gadafi murió en la batalla de Sirte, último reducto de sus fuerzas, anunciaron ayer las nuevas autoridades libias, que se aprestan a proclamar formalmente la liberación total del país norafricano, tras ocho meses de sangriento conflicto civil. Al conocer la noticia, los habitantes salieron a festejar.
“Le anunciamos al mundo que murió a manos de los revolucionarios”, expresó el portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdel Hafez Ghoga. “Es un momento histórico, es el fin de la tiranía y de la dictadura. Gadafi cumplió su destino”, agregó.
Previo a la confirmación del CNT de la muerte del ex líder libio, un alto responsable militar, Jalifa Haftar, anunció la caída de Sirte (este), cuna del dictador que desde hace más de un mes resistía a la ofensiva rebelde. Uno de los hijos de Gadafi, Muatasim, también fue hallado muerto en la ciudad, informó a la AFP el comandante de las fuerzas del nuevo régimen, Mohamed Leith.
“Lo hemos encontrado muerto. Hemos colocado su cuerpo, así como el de (el ex ministro de Defensa) Abubakr Yunes Jaber en una ambulancia para llevarlos a Misrata”, dijo el oficial. Asimismo, la agencia de noticias AFP obtuvo y difundió una foto de Gadafi herido tras su captura, con el rostro y la ropa cubiertos de sangre. La imagen fue captada con un teléfono celular.
Las primeras versiones señalaban que el coronel de 69 años, que durante 42 años gobernó Libia con mano de hierro, había sido capturado gravemente herido.
Horas después el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó que la muerte de Gadafi puso “fin a un largo y doloroso capítulo” para el pueblo libio, y llamó a las nuevas autoridades de Trípoli a forjar un país democrático.
“Hoy podemos decir que el régimen de Gadafi está acabado. Los últimos reductos fuertes del régimen fueron tomados. El nuevo gobierno reforzó su control sobre el país y uno de los más antiguos dictadores del mundo no existe más”, dijo Obama en el rosedal de la Casa Blanca. En tanto advirtió a los regímenes de mano dura de los países árabes que inevitablemente llegarán a su fin.
El ministro francés de Defensa, Gérard Longuet, detalló que ayer aviones franceses identificaron y pararon el convoy militar en el que se encontraba el dictador antes de que este fuera atacado.
El convoy, de varias decenas de vehículos, según declaraciones recogidas por los medios galos, fue detenido cuando intentaba huir de Sirte, pero no fue destruido por la intervención francesa, precisó el titular de Defensa.
Según Longuet, combatientes libios intervinieron después y destruyeron los vehículos, de los que salió el coronel Gadafi, cuya muerte fue confirmada por el Consejo Nacional de Transición.
El anuncio del fallecimiento del dictador generó que miles de libios celebraran ayer en las calles de Trípoli con muestras de júbilo contra quien se levantaron hace casi nueve meses.
Ondeando banderas tricolores, tocando el claxon, cantando, bailando y lanzando alabanzas a Dios, en toda la ciudad festejaron el deceso del coronel a manos de los rebeldes en Sirte, ciudad que vio nacer y morir a quien gobernó el país durante 42 años.
“La sangre de los mártires no se olvidará”, gritaban a coro cientos de personas congregadas en la antigua plaza Verde de Trípoli, que los rebeldes rebautizaron con el nombre de la plaza de los Mártires, en honor a los muertos en la revuelta que estalló el pasado febrero contra el régimen de Gadafi.
“Takbir” gritaban otros para animar al resto de los congregados a corear “Allahu akbar” (Dios es grande), en la plaza que durante el régimen de Gadafi se convirtió en un símbolo de la determinación del líder libio a no dar su brazo a torcer ante el movimiento, primero civil y luego armado, que exigía su caída.
La explosión de felicidad de Trípoli se repitió en otras ciudades del país, como Bengasi, donde el 15 de febrero estalló el movimiento de protesta que se extendió por todo el territorio.
El secretario general de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), Anders Fogh Rasmussen, expresó, por su parte, que el final de la misión aliada en Libia está más próximo y pidió a los nuevos gobernantes del país que eviten las represalias contra las fuerzas derrotadas.
Rasmussen señaló, en una declaración, que el régimen del miedo de Gadafi ha concluido tras 42 años, por lo que Libia puede pasar la página y sus ciudadanos ahora podrán decidir su futuro. La OTAN prevé dar hoy una respuesta sobre el fin de su misión en Libia, informaron funcionarios de la Alianza.
Líderes occidentales expresaron sus deseos de que la muerte del ex hombre fuerte libio permita avanzar hacia la paz y la democracia en Libia. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que este día marca una transición histórica para el país magrebí. Mientras tanto, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, consideró que la muerte del líder libio es “un asesinato” que constituye un atropello más a la vida, y afirmó que su ex aliado será ahora recordado como un mártir.