Los delegados del Gobierno colombiano y de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) retomaron esta semana las negociaciones del proceso de paz, que hace 3 años iniciaron en La Habana, mientras en la nación sudamericana se siente un ambiente de tensión por la escalada de conflicto.

Después del acuerdo sobre la creación de una comisión de verdad y con un ambiente enrarecido por los ataques de la guerrilla contra oleoductos, transporte de pasajeros, cuarteles y escuadras de la policía en todo el país, la presión se siente en cada pueblo y ciudad.

Esta escalada surgida tras la decisión de la guerrilla de romper el cese unilateral de fuego, ha hecho que las voces de los enemigos del proceso vuelvan a cobrar fuerza. En tanto, la comunidad internacional y las organizaciones sociales claman por el cese bilateral del fuego.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos reiteró que esa decisión solo se tomará cuando se llegue a los acuerdos finales, y que no romperá las negociaciones.  

En este contexto, al inicio del ciclo 38, la delegación de las FARC criticó el miércoles duramente los pronunciamientos del presidente Juan Manuel Santos en su más reciente gira por Europa.

“Su discurso está plagado de distorsiones y de mentiras poco piadosas. Colombia no es el país de las maravillas bosquejado en Oslo, sino el tercero más desigual del mundo”, dijo Joaquín Gómez, miembro de la delegación guerrillera.

Para las FARC, “los puntos de vista del mandatario explicando los acuerdos parciales de La Habana son una sesgada puesta en escena de lo pactado”.

Al final de su intervención Gómez sostuvo que harán las desavenencias a un lado para seguir insistiendo en “un acuerdo de cese bilateral del fuego que traiga alivio y nuevas esperanzas a nuestro pueblo”.

Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos analizó con la cúpula militar y los ministros de Defensa; el saliente, Juan Carlos Pinzón y el designado, Luis Carlos Villegas, la situación de orden público que se registra en el país, luego del incremento de acciones de las FARC.

Según fuentes consultadas por este medio, la orden del jefe de Estado fue clara: incrementar las operaciones para reforzar la seguridad en las zonas afectadas, mantener la ofensiva militar, y generar nuevas estrategias para contrarrestar el accionar de la guerrilla.

Se plantearon algunas acciones que se implementarán en el corto plazo, teniendo en cuenta los hechos que han afectado a las comunidades de varios departamentos, a la infraestructura de hidrocarburos y el medio ambiente.

El Gobierno analizó el tema de la salida del general Óscar Naranjo, como ministro de Consejero para el Posconflicto, para jugar un papel más activo en el Proceso de Paz y estar directamente pendiente del proceso en La Habana.

De otra parte, desde la capital cubana, el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de La Calle, reconoció el momento difícil que atraviesa el país y condenó los atentados de las FARC que han tenido graves consecuencias en el medio ambiente.

Reclamos a la Comisión

“Tenemos que condolernos de todo lo que está ocurriendo, también de los graves crímenes ecológicos que han cometido las FARC, realmente es un atentado contra Colombia y contra nuevas generaciones, va a tomar mucho tiempo recuperar el equilibrio del medio ambiente después de lo que ha ocurrido en el sur del país”, señaló.

Las declaraciones del jefe del equipo negociador de las FARC se dieron a través de una videoconferencia en el marco del lanzamiento de la alianza entre el Ministerio de Educación y varias universidades, donde 3 premios Nobel debatirán sobre paz y educación en Colombia en los meses de junio y septiembre.

De La Calle también se refirió al papel de la Comisión de la Verdad, dijo que su propósito es construir la verdad con todos los involucrados en el conflicto y no una verdad a medias.

Desde Bogotá, la Defensoría del Pueblo recordó que desde el pasado 22 de mayo, cuando las FARC suspendieron el cese al fuego unilateral e indefinido, se han registrado 30 ataques de esa guerrilla.

La Defensoría rechazó “las últimas demostraciones de violencia de ese grupo armado ilegal y confió en que rectifique sus acciones frente a los colombianos”. (I)