México.-

Los mexicanos participaron ayer en unas elecciones que se desarrollaron con escasos incidentes, pero con retrasos en muchos centros de votación como nota predominante.

En los comicios se eligieron un nuevo presidente, con un mandato de seis años, se renovó el Parlamento y se designó centenares de otros cargos públicos, hasta un total de 2.127.

Los centros electorales abrieron a partir de las 08:00 hora local en la capital y en el centro del país, posteriormente lo hicieron progresivamente una y dos horas después en las regiones occidentales.

Tres horas después de la apertura, el Instituto Federal Electoral (IFE) indicó que se había instalado el 74% de las mesas de votación.

El consejero del IFE, Marco Antonio Baños, dijo que hasta entonces no se habían registrado problemas graves de seguridad. “La seguridad está bien, no hay ningún problema con eso hasta el momento”, agregó.

Los cuatro candidatos presidenciales emitieron su voto en las primeras horas de la jornada e hicieron llamamientos a los ciudadanos para que acudieran a las urnas.

El favorito, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), votó en una mesa electoral de la localidad de Atlacomulco, en el estado central de México.

Peña Nieto dijo que esperaba que “el ganador sea el pueblo de México”, que el país viviera “una fiesta democrática”, y que la jornada “fuera ejemplar y de alegría”.

Antes de que votara Peña Nieto hubo un conflicto en su centro electoral por la instalación de una pancarta del movimiento universitario YoSoy132, que irrumpió a mediados de mayo en la campaña electoral mexicana. La pancarta fue retirada por pobladores de Atlacomulco y colocada en otro lugar después de un forcejeo con sus autores.

Por su parte, el aspirante izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, quien fue el primero de los candidatos que votó, pidió a los mexicanos que acudieran a las urnas. Se mostró tranquilo ante la jornada electoral y confió en que le fuera “bastante bien” en la votación.

López Obrador tuvo que esperar para emitir su sufragio porque su mesa electoral no estaba instalada a la hora que se presentó. Aunque la elección se desarrollaba en medio de la peor ola de violencia en la historia reciente del país, pocos incidentes graves se registraron.

En la Alcaldía de la pequeña localidad de Marquelia, en el sur del país, el candidato del PRI a la alcaldía, César Garibay Gutiérrez, fue secuestrado anoche, pero fue liberado con golpes ayer en  la madrugada por agentes policiales.

Se notaba especialmente la fuerte presencia policial y militar en la ciudad oriental de Veracruz, que ha sido escenario en los últimos días de varios hechos vinculados con el crimen organizado.

En un recorrido hecho por la agencia EFE por varios puntos de la capital se notó un gran retraso en la apertura de las urnas.

“¿Cómo queremos que el país cambie si nosotros no cambiamos, si llegamos tarde?”, se preguntó una de las electoras, Hilda Luis López, de 48 años, mientras esperaba que abrieran su mesa electoral en la capital. “Empezamos mal”, agregó.

Aún así, los votantes se mostraban satisfechos por poder participar en los comicios, a los que estaban llamados a votar 79,5 millones de mexicanos.