Los militares egipcios dan ultimátum al presidente
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, se encuentra bajo una intensa presión para llegar a algún tipo de acuerdo con la oposición que calme los ánimos de la calle, después de cuatro días de protestas que han dejado al menos 20 muertos.
Ayer, el Ejército, que dirigió el país entre la caída de Hosni Mubarak y las elecciones que encumbraron a los islamitas, dio 48 horas a los dirigentes políticos para buscar una solución antes de ofrecer “su propia hoja de ruta para el futuro”.
La presión militar se suma al ultimátum que los grupos de la oposición laica dieron a Mursi, a quien exigen que renuncie si no quiere una campaña de desobediencia civil.
En un comunicado leído en la televisión estatal, el jefe del Estado Mayor, general Abdel Fattah al-Sisim, calificó la protesta de expresión popular “sin precedentes” y pidió que las peticiones de los manifestantes sean satisfechas.
Los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi, analiza el llamado de Al-Sisim, mientras el Partido Nour, el primer partido salafista (islamitas radicales) teme que el Ejército vuelva a la política. (AFP)