El fantasma de los 'Vladivideos', las filmaciones con cámara oculta que hundieron al régimen del expresidente Alberto Fujimori, resucitó hoy en Perú con la difusión de los 'Kenjivideos', grabaciones que ahora pueden hacer caer al Gobierno del actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski.

Si en los primeros se veía al entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos comprando congresistas con pilas de billetes de dinero sobre la mesa, en los aparecidos el martes es Kenji Fujimori, hijo del expresidente, y otros afines al Gobierno quienes ofrecen a nombre de Kuczynski obras públicas.

Esas propuestas serían a cambio de lograr el voto de esos parlamentarios contra la moción para destituir a Kuczynski, que se votará en el hemiciclo peruano este jueves 22 por los vínculos que el mandatario tuvo con la constructora brasileña Odebrecht hace doce años, cuando era ministro.

El congresista que filmó las conversaciones es Moisés Mamani, del grupo parlamentario fujimorista Fuerza Popular, partido que lidera Keiko Fujimori, hermana de Kenji.

Kenji Fujimori y otros nueve congresistas del bloque fujimorista, varios de los cuales aparecen en estos nuevas grabaciones, se abstuvieron el pasado mes de diciembre en otra moción para destituir a Kuczynski, abstención que sirvió para mantener al mandatario en el poder.

Tres días más tarde, en Nochebuena, Kuczynski concedió el indulto al expresidente Alberto Fujimori, tal y como Kenji había solicitado reiteradamente en público y en privado, para librarle de cumplir la totalidad de los 25 años de prisión a los que fue condenado por delitos de lesa humanidad.

Para la opinión pública, el indulto al expresidente Fujimori, de 79 años, quedó como un pacto político entre Kuczynski y Kenji para mantener al primero en el poder y obtener la libertad del padre, en el caso del segundo.

En las semanas posteriores, los fujimoristas que salvaron a Kuczynski, incluido Kenji, renunciaron a Fuerza Popular, y comenzaron a viajar por el país con el presidente y los ministros para inaugurar obras en las regiones por las que ellos fueron electos para el Congreso.

De cara a esta segunda moción contra Kuczynski, varios diputados y dirigentes de Fuerza Popular denunciaron que el Gobierno buscaba comprar a congresistas de Fuerza Popular, pero estos no se hicieron palpables hasta que salió hoy Mamani con sus vídeos para revelar las soterradas negociaciones que manejaba supuestamente el Gobierno.

Precisamente, Kuczynski se refirió hoy a estos supuestos intentos de compra de votos como "cuentazos".

Esta vez la supuesta compra de congresistas no se dio en la salita del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), donde Montesinos filmaba todas sus conversaciones y pagos irregulares con dinero público a políticos y parlamentarios, sino que las negociaciones fueron directamente en las oficinas de los legisladores en el Congreso.

En ellos se escucha como ofrecen a Mamani algún proyecto de 100 millones de soles ($ 30,6 millones) para que él se quede con una comisión del 5 %, equivalente a 5 millones de soles ($ 1,53 millones), solo a cambio de votar a favor de Kuczynski.

No es menos llamativo que los vídeos se difundieran minutos después de que Kenji Fujimori anunciara la creación de Cambio 21, su propio partido, una maniobra que las fuerzas de la oposición entendieron como una muestra para atraer a su lado, y al del Gobierno de Kuczynski, más congresistas de la bancada de su hermana.

Además, las imágenes difundidas han sido muy editadas y los portavoces fujimoristas se negaron a confirmar las fechas y los lugares en los que fueron grabadas.

Antes de la revelación de estos vIdeos se anticipaba una votación muy ajustada en la moción de vacancia a Kuczynski, pues la oposición necesita 87 votos de 130 congresistas para despojar al presidente de su cargo, algo que no estaba nada claro que se pudiera conseguir.

El contenido de las grabaciones puede decantar ahora la balanza a favor de los partidarios de la destitución.

Esta convulsión en la política interna peruana se produce apenas tres semanas antes de que se celebre en Lima la octava Cumbre de las Américas, donde está prevista la asistencia de autoridades de 34 países de América, incluido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (I)