“Fue decepcionante ver la poca asistencia al debate de los grupos de la derecha”,  dijo el miércoles 13 de marzo Lucas Barrero, estudiante del segundo grado de Ciencias Ambientales en la Universidad de Girona.  

Fue su reacción al comprobar el vacío en la bancada de la derecha en el Parlamento europeo de Estrasburgo cuando se realizaba un debate sobre el clima.

Barrero es uno de los 60 jóvenes de 20 países europeos que llegaron a Estrasburgo para denunciar la inacción de los políticos frente al cambio climático.

Estos jóvenes forman parte de la plataforma Juventud por el Clima y de la iniciativa Fridays For Future (Viernes por el Futuro), que promueve las huelgas estudiantiles para demandar acciones a los políticos contra el calentamiento del planeta.

El viernes 15 de marzo está prevista la primera gran manifestación contra el cambio climático promovido a escala global. Más de 1.000 ciudades de 89 países del mundo secundarán la huelga internacional inspirándose en la activista juvenil sueca Greta Thunberg.

La llama de la protesta la prendió la estudiante, de 16 años, el 20 de agosto de 2018, cuando decidió no acudir a la escuela y plantarse delante del Parlamento sueco para reclamar medidas contra el cambio climático. Desde entonces, cada viernes pasa fuera del colegio protestando.  

“No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen, hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando”, reivindicó la adolescente en diciembre pasado ante la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas. “Y si las soluciones dentro del sistema son imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema en sí mismo”, señaló.  

La voz de esta activista se expandió desde Estocolmo por toda Europa hasta convertirse en el estandarte del movimiento estudiantil contra el cambio climático.

Un informe de la ONU reveló el miércoles 13 de marzo que la contaminación atmosférica es la causa de 7 millones de muertes anualmente. (I)