Estudiantes y sindicatos de base protestaron ayer en 60 ciudades italianas contra la crisis y los recortes económicos y a favor del derecho a la educación.

Esto ocurrió el mismo día en que el  nuevo primer ministro, Mario Monti, se presentó ante el Senado para someter a su Gobierno a un voto de confianza y anunciar la reforma de los sistemas de jubilaciones y del mercado laboral para calmar a los mercados.

En Milán, Turín, Palermo y Roma, los manifestantes se enfrentaron a las fuerzas del orden que les impedían continuar la marcha que, en el caso de Roma, intentó llegar al Senado, donde  Monti exponía su programa de Gobierno.

En la capital, los estudiantes aplaudieron el fin del Gobierno de  Berlusconi, pero aseguraron que no bajarán la guardia. 

El alcalde de la capital italiana, Gianni Alemanno, agradeció a los protestantes por haber aislado a los violentos y tenía previsto  firmar ayer una ordenanza que regulará el derecho de manifestación, por el que las marchas por el centro de la ciudad solo se podrán realizar los sábados. 

En la capital de Lombardía, Milán (norte), la protesta congregó a unos 10.000 estudiantes y se vivieron momentos de fuerte tensión cuando en dos ocasiones se enfrentaron dos grupos que finalizaron con un herido. Los manifestantes de Milán protestaron al grito: “Ni Berlusconi, ni Monti”. EFE/AFP