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Los jóvenes negros son 9 veces más propensos a ser asesinados por policías

Un veterano de guerra mató a 5 agentes de la Policía de la ciudad de Dallas, en Texas, en venganza por los jóvenes negros en manos de agentes del orden.
Un veterano de guerra mató a 5 agentes de la Policía de la ciudad de Dallas, en Texas, en venganza por los jóvenes negros en manos de agentes del orden.
Foto: News 13.com
11 de julio de 2016 - 00:00 - Redacción Mundo

Un estudio del diario británico The Guardian demuestra que los jóvenes negros de Estados Unidos son nueve veces más propensos a ser asesinados por parte de policías. La investigación demuestra que solo en 2015 fueron muertos 1.134 jóvenes.

El diario se pregunta por qué es importante seguir contando las muertes causadas por policías de Estados Unidos y responde que mientras el Gobierno no haga su trabajo le corresponde a la sociedad civil tomar medidas. Califica esto como uno de los fracasos de la administración de Barack Obama.

Las cifras son devastadoras, pese a representar solo el 2% de la población total de Estados Unidos, los hombres negros de entre 15 y 34 años suman el 15% de todas las muertes causadas por la fuerza de la Policía y las cuales se mantienen aún en investigación.

Este número es 5 veces más alto que las muertes causadas por agentes policiales en comparación con los hombres blancos de la misma edad.

El trabajo del diario The Guardian  fue cotejado con los registros de muertes violentas en el país y encontró que una de cada 65 muertes de jóvenes afroamericanos fue causada por la Policía.

La activista estadounidense Brittany Packnett considera como una epidemia los asesinatos de ciudadanos por parte de agentes policiales. Y se trata de una epidemia desproporcionada y afecta a la gente negra. Packnett es parte de un grupo que creó la Casa Blanca para trabajar políticas que detengan este tipo de violencia. “Estamos acabando con muchas vidas jóvenes mientras sigamos permitiendo esto”.

Brittany Packnett lamenta, por sobre todo, la impunidad que genera el sistema de justicia criminal al no poner freno al excesivo uso de la fuerza letal en las actuaciones de la Policía.

Basados en la realidad que muestran las estadísticas gubernamentales y de organizaciones civiles, el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras también importan) mantiene que los asesinatos de civiles por parte de policías son motivadas por desprecio racial.

En el último caso, en el que un policía de Minesota mató a Philando Castile mientras este buscaba sus documentos para presentarlos luego de haber sido parado en la carretera por manejar con una luz de carro quemada, el abogado del gendarme insiste en que la raza de la víctima no fue lo que motivó los disparos.

“El oficial reaccionó al arma que cargaba no a la raza”, sostiene Thomas Kelly, abogado de Jerónimo Yánez, el policía en cuestión. Sin embargo, el video que grabó la novia de la víctima y que se hizo viral en Internet muestra otra cosa. Castile no está buscando su arma sino el documento de conducir.

Al ser cuestionado con los hechos, Kelly prefirió no emitir mayores detalles y se limitó a insistir que su defendido no se había fijado en la raza sino en el arma.

Para Black Lives Matter los argumentos son siempre los mismos: Los policías actúan por miedo a ser atacados por los sospechosos y por ello deciden disparar primero. Sin embargo eso no sucede cuando el sospechoso es blanco, tenga o no armas en su poder.

En el caso de Castile, contaba con permiso del estado de Minesota para portar armas.

Por ello nuevamente, al igual que el año anterior, las protestas se han incrementado a lo largo de Estados Unidos. Los manifestantes insisten en que los policías son muy rápidos para usar la fuerza letal en contra de jóvenes negros desarmados.

En 2015, en total, los negros asesinados fueron el doble que el número de blancos, hispanos o nativo americanos.

El 25% de los afroamericanos asesinados estaban desarmados en comparación con el 17% de los blancos.

Hombres armados que no han sido asesinados

El diario estadounidense The Washington Post también tiene sus propias estadísticas de los asesinatos por parte de policías en contra de la sociedad civil.

Sus datos, que contrastan con los del FBI, afirman que en lo que va del año han sido muertas 509 personas por actuaciones policiales, de las cuales la mayoría son blancas, la mayoría tenía armas pero del total un cuarto son negros.

Con esos antecedentes, el diario cuestiona el hecho de que han habido casos en los que la fuerza pública también ha podido arrestar a hombres armados, que han asesinado a civiles e incluso policías, pero los agentes lograron arrestarlos sin necesidad de apretar el gatillo del arma. En la mayoría de estos casos han sido hombres blancos.

El Post evidencia el caso de Joseph Houseman, un hombre de 63 años, quien se paró frente a una tienda, con un rifle en sus manos  e insultaba a todo aquel que pasaba por su cercanía. Cuando los policías llegaron e intentaron hablar con él, Houseman les mostró el dedo medio y se cogió sus genitales en señal desafiante.

Cuando un uniformado le pidió que suelte el arma y el hombre se le burló. ¿Fue Houseman disparado? La respuesta es no. La Policía ni siquiera lo arrestó y al siguiente día más bien le devolvió su rifle. Houseman es un hombre blanco.

Otro caso es el ocurrido el verano del año pasado, Dylan Roof, era sospechoso de haber matado a disparos a nueve personas, durante un estudio bíblico en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur. El hombre fue capturado en una carretera sin ningún incidente, pese a que estaba fuertemente armado en ese momento. Los testigos aseguran que el sospechoso había manifestado que estaba muriendo de hambre y que los policías le ofrecieron una hamburguesa. Roof es también un ciudadano blanco.

Así, la lista de casos similares es extensa y con ellos, los activistas no aceptan el constante argumento de que el policía tenía pánico de ser atacado y que por eso simplemente disparó.

“Es evidente que los asesinatos son motivados por la raza de la víctima y se mantienen porque existe impunidad”, lee un documento de Black Lives Matter.

Los activistas no se equivocan, pues en casi todos los casos de jóvenes negros desarmados y asesinados por policías blancos no se ha dado ninguna sentencia en contra de los gendarmes. (I)

El francotirador de Dallas quería matar más gente

El francotirador que mató a 5 oficiales de policía en la ciudad de Dallas, Texas, como venganza por los asesinatos de jóvenes negros en manos de policías blancos tenía un plan de ataque mucho más grande, afirmó David Brown, jefe de la Policía de esa ciudad texana.

Las evidencias señalan que Micah Johnson, de 25 años, practicó ataques con explosivos en una ciudad del norte de Texas. Entre otros detalles que contó Brown a la cadena de televisión CNN está el hecho de que escribió letras con su propia sangre en una pared, antes de ser eliminado por un robot bomba.

“Estamos convencidos de que el sospechoso tenía otros planes y estaba seguro de que lo que hacía era lo correcto”, insistió Brown.

Destacó que Johnson “quería hacernos pagar por lo que él creía que las fuerzas de seguridad hacían para castigar a las personas de raza negra”.

Brown y el alcalde de la ciudad salieron al paso de las críticas, tanto de los medios de comunicación y de los activistas, sobre el uso de un robot bomba para eliminar al sospechoso, quien también era de raza negra.

Brown, igualmente afroamericano, criticó que haya personas que desde su confort critiquen la actuación de su departamento. “Pero si no hacíamos eso, si nos poníamos a negociar, el sospechoso hubiese matado a más policías”, comentó.

Además dijo que con una actitud de orgullo, Micah Johnson antes de morir había preguntado a cuántos policías blancos se había llevado. (I)

Datos

La muerte de Freddie Gray, el año pasado en manos de la Policía de la ciudad de Baltimore, en el estado Maryland, desató las protestas más violentas de los últimos años.

En el caso Freddie Gray, este murió durante su arresto, aparentemente por la brutalidad con la que fue tratado. El hombre mostraba fracturas en el cuello y espina dorsal.

En 2014 en cambio en la ciudad de Ferguson, en el estado de Misuri, durante varias semanas se produjeron incidentes violentos, saqueos y destrucción de propiedad privada y pública por la muerte de Michael Brown en manos de un policía blanco.

En 2014 también fue asesinado el niño negro Tamir Rice, de 12 años, mientras jugaba con una pistola de plástico. En este caso, pese a que han pasado casi dos años, las autoridades no han castigado a ninguno de los policías implicados.

La Policía de Nueva York tampoco se escapa de la violencia contra las minorías raciales. En 2014 murió en manos de sus agentes Eric Garner, a quien lo tiraron al suelo y apretaron el cuello hasta dejarlo sin respiración. El hombre gritaba que no podía respirar, pero los agentes no le hicieron caso.

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