Los hispanos marchan por la reforma migratoria en EE.UU.
Washington.- Miles de inmigrantes marcharon ayer en 18 estados de Estados Unidos a favor de una reforma migratoria. La mayor concentración hubo en Washington, frente al Capitolio, donde los manifestantes presionaron a los diputados para que aprueben la regularización de más de 11,6 millones de indocumentados.
En el acto, en Washington, participaron miles de personas que vestían camisetas blancas y sostenían banderas de diferentes países latinoamericanos y algunos de Estados Unidos. “Ciudadanía para 11,6 millones” y “No más separación de familias”, se leía en algunas de las pancartas de los manifestantes, publicó el diario La Opinión.
“Vine a apoyar la reforma para que la gente salga de las sombras”, expresó Juan Navarro, un mexicano de 56 años, radicado en Filadelfia.
El director de participación cívica del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU por sus siglas en inglés), Ben Monterroso, dijo que además del evento principal en la capital estadounidense se organizaron otros 55 eventos en 18 estados de la Unión Americana.
Monterroso aseguró que en Atlanta esperaban 1.000 personas y acudieron unas 5.000. “No ganaremos la reforma migratoria solo con venir a Washington. Necesitamos recorrer las calles del país para llevar el mensaje”, agregó el dirigente.
“Cada día que pasa sin que el Congreso apruebe la legislación, 1.100 familias son separadas, los trabajadores continúan sufriendo abuso y los niños son traumatizados por la pérdida de sus padres”, advirtieron las más de 120 organizaciones que participaron en las movilizaciones.
Antes de la concentración, varios de los manifestantes que llegaron de diversas partes del país en colectivos, visitaron las oficinas de los miembros del Congreso para exigirles su compromiso en las negociaciones sobre la reforma migratoria en el Capitolio.
“El objetivo es asegurar que ellos cumplan su promesa de que este año se realice la reforma migratoria que ofrezca un paso a la ciudadanía para los 11,6 millones (de indocumentados), explicó Kica Matos, directora para los derechos de los inmigrantes y justicia racial del Centro para el Cambio Comunitario (Center for Community Change), a Télam.
Tras cerca de una década de intentos fallidos, republicanos y demócratas parecen estar a punto de lograr una solución bipartidista que daría un vuelco sin precedentes al sistema de inmigración en el país.
Si el proyecto, actualmente negociado por legisladores de ambos partidos en las dos cámaras del Congreso, es aprobado, podría significar un refuerzo del peso de los hispanos a largo plazo.
Se espera que la reforma migratoria recoja los pilares del “Dream Act”, una propuesta de ley que nunca llegó a ser aprobada por el Congreso y bajo la cual se legalizaría la situación de jóvenes indocumentados que entraron a Estados Unidos antes de los 16 años, y completan al menos dos años de universidad o se hayan inscrito en las Fuerzas Armadas, entre otras condiciones.
Estados Unidos deporta al año más de 400.000 personas, una cifra récord, y el nivel de aprehensiones ha bajado un 50% desde 2008 (365.000 personas el año pasado).
El gobierno de Barack Obama ha alegado que ha hecho de la reforma migratoria uno de sus grandes proyectos para su segundo mandato y prometió impulsarlo.